El jubilado fue sorprendido mientras dormía y fue golpeado e intimidado por los asaltantes con un destornillador mientras le exigían dinero, y en ese momento extrajo una pistola Bersa Thunder 9mm.
El hombre de 71 años, acusado de matar de un balazo en el tórax a uno de los cinco delincuentes que el viernes pasado ingresaron a robar a su casa del partido bonaerense de Quilmes, fue beneficiado ayer con un arresto domiciliario.
La medida dispuesta por el juez de Garantías 2 quilmeño, Martín Nolfi, alcanzó al herrero Adolfo Ríos, quien recuperará la libertad en las próximas horas y cumplirá con la morigeración en la casa de un familiar.
Según indicó el abogado Hugo Icazati, el magistrado le concedió el beneficio bajo juramento de presentarse ante el juzgado cada vez que se lo requiera, por lo que el herrero no tendrá que utilizar una tobillera electrónica.
El letrado se mostró conforme con el fallo ya que junto a su colega Marino Cid Aparicio habían solicitado una excarcelación extraordinaria y, subsidiariamente, una morigeración de la prisión ya que Ríos tiene problemas de salud y por su edad es parte del grupo de riesgo ante la pandemia de coronavirus.
«Usa un bastón y el domingo se descompensó y tuvieron que llevarlo al hospital», detalló el abogado, quien explicó que su defendido no va a cumplir la domiciliaria en su propia casa porque allí sufriría amenazas y amedrentamientos por lo ocurrido.
Más allá de este beneficio, el herrero continuará imputado de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego por disposición del fiscal Ariel Rivas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Quilmes.
«No queremos que lo mate la Justicia, queremos que llegue a juicio oral para que podamos probar su más absoluta inocencia», dijo a TN el abogado Cid Aparicio.
El letrado apuntó contra el proceso llevado a cabo a partir de la detención del jubilado, ya que «el sábado por la mañana, que fue cuando lo indagaron», el fiscal Rivas le había asegurado «que posiblemente no lo iban a detener, que se iba a morigerar y podía estar en su casa».
«Para el mediodía habían cambiado tres veces la calificación, pasó de defensa propia a abuso en la defensa, a homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego, que tiene una pena mínima de diez años y cuatro meses de prisión», explicó.
Además, se refirió a la Convención Interamericana de Derechos Humanos de Personas Mayores, a la cual Argentina suscribió en 2017, «que dice claramente que no pueden estar sujetados durante mucho tiempo, aun cuando estén sometidos a procesos».
«Ahora nos enteramos de que los delincuentes que lo atacaron son barrabravas del club Quilmes, que como no hay fútbol, se dedican a asaltar», añadió.
En tanto, aseveró que si bien la fiscalía considera que «el ladrón estaba en estado de indefensión, el único que estaba en estado de indefensión es este pobre hombre, rodeado por cinco barrabravas fuertemente armados».
Por otra parte, el hijo del jubilado, Federico, acompañado por sus dos hermanas y vecinos, dijo que su padre «quiso defender lo suyo» y que «ahora está en una situación. Se trató de defender porque tiene sangre en las venas».
«No lo mataron acá adentro de mi casa porque se defendió, no lo mataron en la calle; si no lo mató todo eso, quizás lo mata el encierro, la angustia», expresó.
Temor a represalias
Federico agregó que ahora tienen “miedo” de sufrir represalias, mientras que Cecilia, otra hija de Ríos, dijo que teme por la salud de su padre, ya que “es un hombre enfermo, que tiene problemas de salud, le falta un riñón, tiene bloqueo en las arterias, tuvo infartos y tiene Epoc”.
El hecho ocurrió el viernes cerca de las 5, cuando los ladrones ingresaron a robar a su vivienda.
El jubilado fue sorprendido mientras dormía y fue golpeado e intimidado por los asaltantes con un destornillador mientras le exigían dinero, y en ese momento extrajo una pistola Bersa Thunder 9mm.
En las cámaras de seguridad se ve a uno de los ladrones, de 26 años, que se encontraba desarmado, forcejeó con Ríos cuando el hombre se dirigió hacia él portando el arma hasta que en un momento dejó de moverse.