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Policiales

Juicio a Rosa Torino: Confirman que las víctimas sufrieron abuso sexual

La psicóloga Natalia Colombo, del CIF, que entrevistó al denunciante Yair Gyurkovits cuando tenía 20 años, dijo que el joven presenta indicadores de haber sido víctima de violencia sexual.

La audiencia del juicio que se sigue contra el sacerdote Rubén Agustín Rosa Torino por abuso sexual en perjuicio de tres personas, cuatro psicológxs del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) que entrevistaron a lxs denunciantes en el declararon que no encontraron indicadores de mendacidad en los relatos de lxs denunciantes y, en cambio, encontraron indicadores de que fueron víctimas de abuso sexual

La psicóloga Natalia Colombo, del CIF, que entrevistó al denunciante Yair Gyurkovits cuando tenía 20 años, dijo que el joven presenta indicadores de haber sido víctima de violencia sexual. La perita añadió también dijo que no observó indicadores de mendacidad ni de fabulación en el relato del joven, y que tampoco encontró indicadores de “confabulación”. Consideró que el nivel de angustia de Gyurkovits se corresponde con vivencias que fueron avasalladoras en su historia de vida. Asimismo, dijo que manifestó que la violencia sexual fue ejercida por más de una persona contra él.

La psicóloga del CIF María Laura Figueroa fue citada porque entrevistó a este denunciante cuando se desempeñaba en la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual. “En ese momento tenía 20 años. Se presenta afectado por la situación que estaba atravesando”, indicó. Ella le marcó la necesidad de que iniciara un proceso terapéutico “por lo que había decidido en ese momento, de hacer la denuncia y llevar adelante el proceso penal”.

Ante las preguntas de la fiscala Verónica Simesen de Bielke, Figueroa aseguró que el relato del joven fue “consistente y coherente”. Indicó que para él surgieron situaciones en una relación de asimetría con personas que él idealizaba. “Fue un relato contundente el de ese momento (…) Preguntamos en varias ocasiones lo mismo, de distinta forma para ver si existen contradicciones, inconsistencias, lagunas, y en este caso no hubo contradicciones, el relato fue consistente”, insistió la testigo.

Por otro lado, el perito psicólogo del CIF Víctor Paz, que a fines de 2017 entrevistó a la denunciante Valeria Zarza, sostuvo que no encontró en ella indicadores patológicos ni de que faltara a la verdad. 

Contó que la ex monja describió «pormenorizadamente» cómo llego a la Congregación Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, que fundó el cura ahora acusado, y detalló también las actividades que realizaba en ese lugar. Zarza le contó que estando en la Congregación hubo situaciones que le empezaron a molestar. “Ella tenía votos de obediencia, ella empezó a manifestarse respecto a situaciones que le parecían injustas”, precisó.  

El psicólogo dijo que cuando entrevistó a Zarza, ella “trató de mostrar como que no le afectaba” lo que había vivido pero a pesar de eso encontró que había una ansiedad encubierta y ante esos esfuerzos termina apareciendo la angustia. En ese momento Zarza había salido de la Congregación, eso implicaba un cambio rotundo en su vida, ya que se quedaba sin su soporte y su personalidad «estaba desdibujada», se encontraba buscando un nuevo proyecto de vida, no tenía un sustento económico. «Todo eso afectaba su psiquismo. No la estaba pasando bien. No aparecen indicadores específicos de abuso sexual pero destacó que estos pueden aparecer con posterioridad porque ella estaba haciendo una resignificacion de hechos que  consideraba dañosos». 

Además, declaró la psicóloga Carolina Cornejo, también del CIF y que realizó la pericia psicológica al denunciante Jonatan Alustiza a fines de 2016 o principios de 2017. Dijo que el joven tiene personalidad frágil, vulnerable y dependiente, experimenta sentimientos de inadecuación e inferioridad y profundo temor en relación a figuras masculinas adultas, lo que es compatible con haber vivido situaciones de abuso. Añadió que Alustiza se sentía dañado, atropellado, invadido, muy herido. 

La perita dijo que el joven no presentó indicadores de mendacidad o fabulación. Y aclaró que ante las situaciones de maltrato, «no todo el mundo se defiende cuando debe, sino cuando su psiquismo se lo permite». 

Alustiza contó a la psicóloga que cuando quiso irse de la Congregación por los abusos que había sufrido de parte del sacerdote Nicolás Parma en la iglesia de la ciudad de Puerto Santa Cruz, en la provincia de Santa Cruz, lo enviaron a Salta y debió hablar con Rosa Torino. Este cura no lo dejaba salir del instituto, y hasta le impidió comunicarse con su madre, eso generó en él una crisis profunda, aunque finalmente decidió fugarse. Le contó a la psicóloga que Rosa Torino le decía que no se podía ir, que solo tenía una crisis de vocación, que debía perdonar los abusos y que no iba a ser feliz fuera de ese lugar, y que abusó de él. 

Además, Alustiza dijo que había iniciado un tratamiento psicológico. «Hizo referencia  que a todos los jóvenes que estaban conflictuados los derivaban a la licenciada Eleonora Naranjo«, precisó Cornejo.

Perita de parte 

Las conclusiones de Cornejo sobre Alustiza chocaron con las que presentó la también psicóloga Luciana Herrando, que participó como perita de parte contratada por la defensa del cura. 

Herrando estuvo en las mismas entrevistas que Cornejo, sin embargo, sus informes arribaron a conclusiones completamente distintas y eso le fue señalado por el juez Lezcano. Su testimonio fue volcado con una voz entrecortada, e hizo largos silencios ante algunas preguntas.

A diferencia de Cornejo, Herrando adujo que el joven denunciante presentaba indicadores de  mendacidad, confabulación y fabulación. Sostuvo que no encontró estrés postraumático. Sin embargo, ante las preguntas acerca de si observó indicadores de abuso sexual, dijo que encontró «posibles abusos sexuales» o «conducta sexuada», que «aparecen en el test de la familia» pero que serían de la primera infancia.

También dijo que Alustiza describió situaciones violentas y traumáticas del cura Parma.  Respecto «al señor Rosa dice en la entrevista que fue invasiva la intervención ordenándole que se desnudara para hacerle una revisación que la debería haber hecho un médico y que si la hubiera hecho un médico (y no un cura) no la habría objetado», respondió cuando le preguntaron en relación al sacerdote que está siendo juzgado en este proceso. 

El Tribunal de juicio, compuesto por Maximiliano Troyano, Norma Vera y Roberto Faustino Lezcano, informó al finalizar la audiencia que lxs denunciantes que están en Buenos Aires y que no pudieron declarar de manera virtual el 25 de junio, lo harán de manera presencial esta semana. Zarza brindará su testimonio el 30 de junio mientras que Alustiza lo hará el 1 de julio.

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