El Presidente Alberto Fernández recordó el comunicado que emitió este lunes el principal bloque opositor convocando al diálogo.
El presidente Alberto Fernández le exigió «cordura y sensatez» a Juntos por el Cambio, luego de las declaraciones de la ex diputada Elisa Carrió quien tildó de “soldado de Hitler” a la senadora Anabel Fernández Sagasti. Las descalificaciones llegaron horas después de que el principal bloque opositor haya “convocado al diálogo”.
“Esa chica no tiene consciencia, tiene fanatismo y obediencia, es como un soldado de Hitler”, afirmó Carrió durante una entrevista televisiva. Frente a este episodio el mandatario recordó la carta abierta que dio a conocer este lunes Juntos por el Cambio en la que ofreció abrir el «diálogo para retomar la sensatez política y la cordura».
“El diálogo no recurre a mentiras y descalificaciones que agravian a personas e instituciones y afectan la convivencia democrática. Sensatez y cordura. Decirlo y hacerlo”, expresó Alberto Fernández en su cuenta de Twitter. En ese sentido, le pidió al principal bloque opositor que tenga “sensatez y cordura”.
Frente a las cámaras de TN, la ex legisladora vertió una serie de agravios al señalar que Fernández Sagasti «es una fanática que carece de consciencia moral. Me da pena». Paradójicamente, segundos antes, había remarcado que quería «la unidad de los argentinos».
Días atrás, en el marco de las discusiones por las sesiones en el Congreso de la Nación, denunció un supuesto “un golpe institucional” y calificó a Alberto Fernández de “charlatán”, a Cristina Kirchner de “violenta”, y a La Cámpora de «mandar a personas a ocupar terrenos» en la Provincia de Buenos Aires.
La Mesa Nacional de Juntos por el Cambio presentó ayer un documento en el que ofrece abrir el «diálogo para retomar la sensatez política y la cordura», con la condición de que exista «respeto institucional y reconocimiento político», luego de la reunión semanal que encabezaron los referentes partidarios y parlamentarios de la coalición opositora.
En el comunicado, aseguraron que las autoridades del Congreso «deberían acordar de buena fe y legalmente nuevos protocolos de funcionamiento, con sesiones presenciales para los temas más importantes y controversiales, como por ejemplo la reforma judicial, presupuesto nacional o la nueva ley de movilidad jubilatoria».