La Justicia dejó firme la condena a 29 años de prisión para Miguel Ángel Gómez (41) que en agosto del 2003 asesinó a una gerente de marketing en el barrio porteño de Palermo, y que en el 2002 mató a un odontólogo en Ramos Mejía.
La Justicia dejó firme la condena a 29 años de prisión para un taxi boy que en agosto del 2003 asesinó a una gerente de marketing a golpes provocados con una mancuerna en un departamento del barrio porteño de Palermo, y que en diciembre del 2002 mató a golpes con un bate de béisbol a un odontólogo en su casa de la localidad bonaerense de Ramos Mejía.
Se trata de Miguel Ángel Gómez (41), quien actualmente está preso en el penal de Rawson cumpliendo esa pena unificada por el «homicidio simple en concurso real con robo en grado de tentativa» de Verónica Tomini (25) y por el «homicidio en ocasión de robo» de Carlos Miguel Aisen (41). Fernando Arias Caamaño, abogado defensor, dijo que recurrirá ante la Corte Suprema de Justicia la decisión de la Sala I de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional.
Los jueces Gustavo Bruzzone, Horacio Días y Eugenio Sarrabayrouse confirmaron por mayoría la pena comprensiva de la condena a 20 años de cárcel que en 2011 le dio el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 por el crimen de la joven y la de 10 años que le impuso el TOC 4 de La Matanza por el del odontólogo.
Ambos casos tuvieron varias instancias judiciales, ya que por el asesinato de Tomini, en un primer juicio oral, había sido condenado a prisión perpetua pero la Cámara ordenó en 2010 que se realice un nuevo debate. Mientras que por el homicidio del dentista había sido absuelto pero también volvió a ser juzgado y condenado a 10 años.
La Sala I recordó en su fallo que «ambos homicidios por los que Gómez fue condenado, fueron cometidos durante la noche, con extrema violencia y en el domicilio particular de las respectivas víctimas, con quienes mantenía una relación sentimental».
En los juicios por el crimen de Tomini, a la que sedujo por Internet tras conocerla en un boliche porteño, la prueba más importante contra Gómez fue una pericia de ADN que se realizó sobre el semen que había en un profiláctico que fue hallado en el departamento y que pertenecía al hombre.
Pero lo que terminó comprobando su presencia en el lugar del homicidio y, además, le permitió a la policía identificarlo como sospechoso al inicio de la pesquisa, fueron los correos electrónicos y las sesionas de chat que habían quedado registrados en la computadora de la víctima.
La noche del asesinato, Gómez envió un e-mail a Tomini en el que le anunciaba que iba a concurrir a su departamento ubicado en el tercer piso de Gorriti 3515, en el barrio de Palermo.
La joven fue encontrada brutalmente asesinada el 20 de agosto de 2003 y la autopsia reveló que recibió 18 golpes en el rostro y la cabeza con una de las pesas de hierro de dos kilos que utilizaba para hacer gimnasia, la cual desapareció de la escena del crimen.
Gracias al análisis que los detectives realizaron sobre la computadora de Tomini y diversos servidores de Internet, la investigación determinó que la víctima y el ahora condenado habían acordado una cita para la noche anterior en el departamento de la calle Gorriti.
Según la Justicia, esa noche Tomini cenó y mantuvo sexo con Gómez, lo que quedó corroborado con los análisis comparativos entre el ADN del sospechoso y el del semen encontrado en el preservativo y cabellos hallados en una de las manos de la víctima.