El Banco Barclay´s -uno de los referentes de Wall Street- estimó en su último reporte que el PIB argentina podría crecer nada menos que 9,3% en 2021
¿Argentina va camino a una recuperación a «tasas chinas», una vez que la pandemia pase a la historia? Aunque en el actual contexto asfixiante y de caída libre suena ilusorio, el Banco Barclay´s -uno de los referentes de Wall Street- estimó en su último reporte que el PIB argentina podría crecer nada menos que 9,3% en 2021.
El informe del Barclays fue elaborado por el economista Sebastián Vargas, un argentino muy respetado entre sus colegas de Wall Street por haber acertado en sus diagnósticos sobre la economía argentina, en los últimos años. Por ejemplo, Vargas fue acaso el único que -el día que Mauricio Macri anunciaba un inédito acuerdo con el FMI en 2018- recomendó vender bonos argentinos al prever que esa ayuda extraordinaria no salvaría al país de la devaluación y el default.
Esa recuperación sería ni más ni menos que la recuperación sobre la caída del 8,1% prevista para este año, en medio de la cuarentena y las restricciones de la macroeconomía.
En diálogo con iProfesional, Vargas prevé que la economía argentina tocará fondo en este segundo trimestre, con un derrape que podría llegar a un histórico 25% respecto del mismo período del año pasado.
Optimismo
Lo llamativo es que los cálculos de Vargas son más optimistas que los del propio Martín Guzmán, que para el próximo año avizora una mejora de tan sólo 3% (tras una caída del 6,5% para el 2020). Y también más esperanzador que los del Fondo Monetario. Otra vez, van a contrapelo de las que formulan sus colegas.
El informe destaca que la economía se empezaría a recuperar a partir del tercer trimestre. La base para esa suposición arranca con que el tejido productivo de la Argentina quedaría a salvo, a pesar de la severidad de la crisis. «Eso permitiría volver al nivel económico inicial, en la pre pandemia», analiza Vargas.
Riesgos y caminos
Vargas también puntualiza algunos riesgos: la extensión de la cuarentena, la posibilidad de un creciente malestar social y una mala administración de la «resaca» de la masiva emisión monetaria, que al final desemboque en mayores presiones en el mercado cambiario paralelo.
Según comentó Vargas a iProfesional, en los próximos meses podría darse un verdadero «shock de expectativas» favorables sobre la Argentina. Enumeró algunos de los capítulos de esa (posible) corriente:
- La elaboración de un Presupuesto 2021 «equilibrado», que dé la señal de orden fiscal a los inversores.
- Un acuerdo con el Fondo Monetario, que haga sustentable los vencimientos de la deuda de los próximos años.
- Un plan monetario, que dé consistencia macro, tras la emisión extraordinaria durante la era de la pandemia (y que, por cierto, aún no ha terminado y no tiene números finales).
Vargas cree que si el Gobierno se enfoca en esa agenda en los próximos meses podría darse un escenario de «ancla de expectativas» por parte de los agentes económicos, tanto en la Argentina como en el exterior.
«En ese contexto, el dólar alternativo podría quedar controlado», señala.
Se sabe: el control de la brecha entre el dólar oficial y el «paralelo» es clave para mejorar las expectativas de los inversores. Una ampliación de esa brecha presiona sobre las reservas del Banco Central y sobre el tipo de cambio.
Ese es el escenario actual, con un BCRA que se ve obligado a intervenir en el mercado cambiario con ventas, con el objetivo de sostener el tipo de cambio oficial.
Sin embargo, la pérdida de reservas debe ser revertida para evitar un salto cambiario. Para mejorar ese escenario, Carlos Melconian recomienza apurar el deslizamiento del tipo de cambio oficial, que desincentive la demanda de «dólares baratos».
Fuente: iProfesional.com