En esta oportunidad, fueron en su mayoría efectivos policiales de la Federal y de Salta y un empleado de AFIP quienes declararon y brindaron un dato sustancioso. Todos ellos hablaron sobre el hallazgo y análisis de un maletín encontrado en la escena del crimen.
La audiencia debate contra Sergio Vargas y Nicolás Cajal Gauffin siguió su curso normal esta mañana, en la última semana del juicio por el crimen de Jimena Salas. Durante la jornada se exhibió un video con las imágenes captadas durante la realización de la pericia punto a punto sobre el maletín secuestrado en la casa de la víctima.
En esta oportunidad, fueron en su mayoría efectivos policiales de la Federal y de Salta y un empleado de AFIP quienes declararon y brindaron un dato sustancioso. Todos ellos hablaron sobre el hallazgo y análisis de un maletín encontrado en la escena del crimen.
En primera instancia, el empleado de AFIP señaló que registró dicho elemento con un can entrenado en la detección de sustancias estupefacientes y divisas. Algo que fue replicado por los efectivos de la policía federal y de Salta, llegando a la conclusión de que en ese maletín efectivamente hubo drogas y dinero.
A su vez, tras un análisis de biología molecular, también se indicó que se encontraron rastros de sangre en el maletín, que contiene el perfil genético de uno de los agresores de Jimena Salas. También declaro la madre de Jimena Salas quien dijo no tener recuerdos de la última conversación con su hija.
La mujer refirió a que el día del hecho se llevó a sus nietas porque estaban encerradas en el auto de Cajal y confirma que vivieron en su casa algún tiempo. “Jimena no era afecta a la familia de Cajal y cuando ella la visitaba en Vaqueros, su hija le decía «ya viene Nico«, lo que significa que debía retirarse. Jimena era caritativa, empática y se compadeció de todo, de un perro, un pájaro y hasta un hombre. Le gustaban los perros”.
La mujer también dijo que “inicialmente mantuvo contacto con Cajal y luego, cuando este formó pareja, se distanció”.