La policía disparó gases lacrimógenos y utilizó camiones hidrantes el domingo dispersando a manifestantes que arrojaban adoquines y fuegos artificiales a los agentes de seguridad.
Miles de manifestantes marchaban, ayer domingo, pacíficamente por el centro de la ciudad hasta el barrio que alberga la sede de las instituciones de la Unión Europea, donde la demostración llegó a su punto final, pero, un grupo de manifestantes con capuchas negras y coreando «liberte» (libertad) comenzó a arrojar piedras a la policía.
La misma reaccionó arrojando gases lacrimógenos y mediante el uso camiones hidrantes, según lo informado por periodistas de Reuters presentes. Los manifestantes protestaban por las reglas impuestas en octubre, que obligan a las personas a mostrar pases sanitarios para acceder a bares y restaurantes.
«No puedo soportar la discriminación de ninguna forma, y ??ahora está el pase de vacuna que es discriminatorio, las sanciones para los cuidadores (no vacunados) que también son discriminatorias, hay una vacunación obligatoria que se dirige hacia nosotros«, expresó un manifestante. «Eso es discriminación, así que tenemos que combatirla. No queremos una dictadura» agregó el mismo.
La protesta se produjo luego de las nuevas medidas anunciadas el viernes para frenar una de las tasas de infección más altas de Europa, incluido el uso obligatorio de tapabocas para la mayoría de los niños de escuela primaria y la prolongación de las vacaciones escolares.
A fines de noviembre, un número mucho mayor de manifestantes se enfrentó violentamente con la policía en Bruselas. Eso provocó decenas de arrestos, lesiones entre los agentes de policía y generalizados daños a la propiedad.