Los distintos gobiernos ya trabajan en alternativas para financiar la economía.
En medio de la cuarentena por el coronavirus son muchas las voces de trabajadores y trabajadoras que se sienten preopcupados por el futuro laboral y económico que deberán afrontar una vez superada la pandemia. Incluso hoy mismo ya hay distintas voces que se alzan para señalar la pésima condición en la que se encuentran debido al parate casi total de la actividad.
Esto ha llevado a los gobiernos nacionales, provinciales y municipales a buscar distintas maneras de solventar gastos, ayudar a trabajadores y pymes y prorrogar obligaciones impositivas.
¿Pero qué pasaría si los gobiernos dejaran de financiarse por el aporte de los ciudadanos? ¿Es posible? A principios de mes, la ministra de Asuntos Económicos de España, Nadia Calviño, aseguró que el país, uno de los más golpeados por el virus, necesita esos ingresos porque los gastos públicos «no desaparecen».
Iván Sasovsky, CEO de Sasovsky & Asociados, dijo en Infobae que la parálisis de la actividad pone en perspectiva la necesidad de articular herramientas que permitan repensar la tributación.
En el mismo sitio, el abogado especializado en planificación patrimonial internacional y estructuración de fondos de inversión, Martín Litwak, dijo que en situaciones extremas el foco debería ser llevar alivio a los castigados pagadores de impuestos.
En Salta, la intendenta Bettina Romero dictó el Decreto 123/2020 por el que se prorrogó hasta el 28 de abril el vencimiento del Pago Anual de Tributos municipales. El beneficio contempla el Impuesto a la Radicación de Automotores, Impuesto Inmobiliario, Tasa General de Inmuebles y Tasa de Protección Ambiental (para automotores de más de 20 años). Además, Romero ordenó medidas que racionalicen y refuncionalicen los recursos de la Municipalidad, una decisión que le ahorra millones de pesos en gastos a la ciudad.