Un grupo de 15 diputadas solicitaron su exclusión por «ser emisor de mensajes de odio y de violencia contra las mujeres».
Y un buen día, después de años de protagonizar cruces violentos, pendencieros y misóginos, el diputado Fernando Iglesias logró que sus pares solicitaran formalmente su expulsión de la Cámara de Diputados. «Es momento de decir basta, las mujeres no queremos más a Fernando Iglesias en la Cámara Baja», denunció Gabriela Cerruti quien, junto a otras catorce diputadas nacionales, presentaron un pedido de exclusión por las declaraciones sexistas que hizo contra Florencia Peña por su visita a la residencia de Olivos. «Para mí, la señorita iba a ayudarlo a encontrar la perilla que enciende la economía para poner la Argentina de pie», fue uno de los mensajes que le dedicó en Twitter a la actriz, al que se le sumó luego el de otro diputado macrista, Waldo Wolff: «Pero ella de rodillas, no?»
Desde el PRO hubo unas tibias declaraciones de rechazo de Silvia Lospennato y mucho más tarde unas de María Eugenia Vidal. En los equipos de campaña de Juntos por el Cambio predominó un medido y elocuente silencio. «Hay enojo, pero estamos en campaña», justificó un colaborador de Vidal. El ala dura del PRO, mientras tanto, salió con todo a defender a Iglesias que en estas elecciones renueva su mandato.
«Presentamos el pedido de exclusión de Fernando Iglesias de la Cámara de Diputados porque la violencia machista no es gratuita y nuestra vida democrática necesita estar libre de violencias», anunció la diputada Mónica Macha, presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad. La acción disciplinaria, que fue firmada por 15 legisladoras, estuvo motivada por la ola de comentarios machistas de Iglesias sobre las visitas a la residencia presidencial de parte de Florencia Peña y otras dos mujeres —Ursula Vargues y la colaboradora de Fabiola Yañez, Sofía Pacchi–, a quienes tomó de punto y pasó días humillándolas en la televisión y las redes sociales. «Escándalos sexuales», así llamaba las reuniones que mantuvieron con Alberto Fernández en abril del año pasado, aunque, tal como sostuvo la misma Florencia Peña a este diario, «parece que no importa que también fueran Adrián Suar, Marcelo Tinelli, Carlos Rottemberg y Marcelo Gallardo«.
Fernando Iglesias, todo un estilo
Esta no es la primera vez que el diputado preferido de Mauricio Macri rasquetea títulos de portales por sus agresivas declaraciones, sino que es una costumbre que repite no solo en las redes sociales sino en el mismo recinto de la Cámara de Diputados. Ya durante el debate por la reforma del impuesto a las Ganancias, Cerruti había denunciado que la había tratado de «loca», «boluda» e «infradotada» a ella y a otras diputadas del Frente de Todos. «El diputado Fernando Adolfo Iglesias sigue siendo emisor de mensajes de odio y de violencia contra las mujeres», dispara el documento presentado por las diputadas, en el que hace un repaso de este y otros episodios que Iglesias supo protagonizar, como cuando, debatiendo en TN con la precandidata a diputada del FdT Victoria Tolosa Paz, dijo que era «más dificil discutir porque es mujer, es bonita».
La reacción de les dirigentes de Juntos por el Cambio ante las dichos de Iglesias varió de críticas leves hasta la complicidad. «Yo estoy orgullosa de toda la lista que me acompaña. Con errores, con aciertos, compartimos los mismos valores», fue la primera respuesta de María Eugenia Vidal. Con el correr de las horas, y a medida que las expresiones de repudio contra Iglesias se multiplicaban, desde su entorno intentaron calmar los ánimos y aseguraban, a quien preguntara, que estaba enojada y que se había comunicado con Iglesias para que se retractara públicamente. «No comparto la forma en la que se refirió Fernando Iglesias a las mujeres en sus tuits. Queremos una sociedad que siga avanzando hacia formas más equitativas, y para eso tenemos que cuidar las expresiones», añadió luego, con más tibieza, la exgobernadora bonaerense.