A lo largo de agosto podría disponerse de casi tres millones de vacunas para completar los esquemas iniciados.
El Ministerio de Salud, que encabeza Carla Vizzotti, distribuirá este martes las primeras 150.000 dosis de Sputnik V, dosis 2, terminadas en la Argentina, en el Laboratorio Richmond. La partida fue autorizada por el Instituto Gamaleya hace unos días y en las próximas horas se espera la autorización de Moscú de la segunda partida de 800.000 dosis 2, también terminadas en Richmond.
De esa manera, el país dispondrá de 1.400.000 dosis 2 a lo largo de esta semana, porque como estaba previsto este lunes aterrizó en Ezeiza un vuelo de Aerolíneas Argentinas procedente de Moscú, con 400.000 dosis del segundo componente.
Las dosis 2 de la Sputnik V
La distribución y aplicación de las Sputnik V, dosis 2, terminadas en la Argentina es una noticia de máxima trascendencia, porque es el inicio de una producción que, tarde o temprano, terminará con una logística difícil como son los viajes de ida y de vuelta a Moscú. El Laboratorio Richmond, de Marcelo Figueiras, ya tiene terminadas 2.195.000 dosis 2, una cifra enorme que iría cerrando el problema de las faltantes de ese componente.
Del total, 800.000 serían aprobadas esta misma semana, según prometió el Instituto Gamaleya. O sea, el Ministerio de Salud podría disponer de dos partidas, la de 150.000 y la de 800.000 antes de mediados de mes. Al mismo tiempo, en los próximos días llegan otros 800 litros de la sustancia activa, con lo que el Laboratorio Richmond terminará 850.000 dosis adicionales. Significa que a lo largo de agosto podría disponerse de casi tres millones de dosis, tal como se había anunciado.
Si se considera que el 80 por ciento de los argentinos mayores de 18 años ya están vacunados con la primera dosis, parece obvio que todo está concentrado -como se anunció- en aplicar las segundas dosis. Y en ese terreno, el problema mayor es el retraso en la producción en Rusia del segundo componente de la Sputnik V.
Una solución de corto y largo plazo para la falta de segundas dosis
Aunque hay una amplia aceptación de la combinación de vacunas, la terminación en Richmond es una solución de corto y sobre todo de largo plazo. De inmediato, porque permitiría disponer de tres millones de dosis este mismo mes, y de acá a fin de año contar regularmente con una producción más estabilizada, sin tener la dependencia de vuelos que tardan 48 horas y, en especial, esquivando una tremenda puja que existe en Moscú donde todos los países -más de 70- están esperando que les entreguen Sputnik V. En la capital rusa hay un verdadero desfile de cancilleres gestionando que el Kremlin o el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) les asegure alguna partida.
Desde el punto de vista estratégico, Marcelo Figueiras anunció esta semana que el fideicomiso destinado a edificar una planta para producir Sputnik V reunió los 85 millones de dólares que se necesitaban. En total, se sumaron 60 inversores, incluyendo bancos, aseguradoras y grandes empresas. Hasta hubo que desechar propuestas porque eso excedía el monto buscado. La planta ultramoderna se construirá en Pilar.