La mayoría de las víctimas resultaron ser vendedoras de algún electrónico, casi siempre de alta gama, y en sus denuncias aclaraban que fueron contactadas a través de la red social Facebook.
Una banda compuesta por al menos diez integrantes fue desbaratada en la mañana de ayer por la Brigada de Investigaciones al ser allanados en simultáneo sus domicilios de villa Esperanza, en las márgenes del río Arenales, frente a villa Palacios.
La orden judicial de poner fin a las actividades de la banda de delincuentes tuvo sus fundamentos en una cantidad de arrebatos de teléfonos celulares a ocasionales vendedores, los que eran citados a una avenida de villa Palacios. Aunque la misma es muy transitada, eso no era impedimento para que los arrebatos fueran siempre positivos para los delincuentes.
El comisario general Guillermo Tolaba, aseguró que con el golpe asestado a los delincuentes se puso fin a un modus operandi ya casi clásico en la zona sur y que produjo innumerables damnificados, la mayoría mujeres.
El investigador y a la vez licenciado en Criminalística dijo que las denuncias se sucedían una tras otra y que por tal motivo se fue determinando el patrón de los arrebatadores.
La mayoría de las víctimas resultaron ser vendedoras de algún electrónico, casi siempre de alta gama, y en sus denuncias aclaraban que fueron contactadas a través de la red social Facebook.
«Comenzamos a determinar que los delincuentes utilizaban perfiles falsos. Luego que eran al menos diez que trabajaban barriendo las redes sociales en busca de artículos de alta gama» puestos en venta.
Luego intervenía el «maestro», quien contactaba con la víctima y con mucha habilidad le sugería realizar la transacción en la zona sur. Luego la encaminaba hacia la avenida de villa Palacios y acordaban lugar, hora y vestimenta para ser más preciso.
La vendedora acudía a la cita y aparecía el sujeto que, en algunos casos, le mostraba el dinero y antes de transar la venta le solicitaba el celular o aparato para chequearlo.
Todo a plena luz. La mujer le entregaba el aparato y casi de inmediato el sujeto, muy joven y veloz, emprendía la fuga en dirección a las calles que desembocan en el río Arenales.
En algunas ocasiones hubo forcejeos, allí intervenían los cómplices para evitar que el sujeto fuera aprehendido.
En la mañana de ayer decenas de policías sorprendieron a los delincuentes durmiendo, y en los diez allanamientos secuestraron 6 celulares, dinero en efectivo, droga (marihuana) y elementos que los vinculan con los hechos investigados.
La acción policial evitó resistencia de los arrebatadores y de sus cómplices, por lo que los seis detenidos quedaron a disposición de la Justicia.
El director de Investigaciones dijo que el trabajo demandó varios meses para ubicar a todos los integrantes y el rol que cumplían para delinquir.