Los turistas fueron abandonados un colectivo de línea y los enviaron a más de 70 kilómetros en un precario camión
Horas antes de que se declarara la cuarentena total en todo el país por la pandemia provocada por el coronavirus , un contingente de 26 turistas fue abandonado en el medio de la emergencia sanitaria jujeña .
Sin dar explicaciones, las 26 personas que viajaban desde la localidad salteña de Iruya , fueron, según la intendenta de Humahuaca , Karina Paniagua «abandonadas como ganado» en su ciudad. «Tomamos conocimiento que en la tarde de ayer, a través del personal de seguridad que controla el ingreso a nuestra ciudad, un camión dejaba bajar a turistas provenientes de Iruya por lo que me apersone a verificar la situación», relató Paniagua a la prensa.
En la denuncia, sostuvo que dejaron «a la deriva» a 26 turistas y se fueron, por lo que la funcionaria informó sobre la situación a las autoridades del Comité Operativo de Emergencia por el coronavirus y al gobernador de su provincia, Gerardo Morales . Paniagua acusó a las autoridades de la ciudad Iruya porque «sabían que Humahuaca no permite el ingreso de turistas».
Según indican, el colectivo de línea que tenía que buscar y trasladar a los y las turistas nunca apareció y, debido a esa situación, el municipio salteño accedió a trasladarlos hasta la ciudad de Humahuaca.
Luego de la denuncia de la intendenta, los turistas, que eran todos argentinos y argentinas, retornaron a sus hogares por sus propios medios.
Cabe destacar que, en Humahuaca, al igual que otros municipios de la Quebrada, se tomó la determinación de no permitir el ingreso del turismo tanto nacional como extranjero, adhiriendo a las disposiciones del gobierno de cerrar las fronteras.PUBLICIDADAds by Teads
Desde este viernes a la madrugada, nuestro país acata, a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), un aislamiento social, preventivo y obligatorio debido a la propagación del virus COVID- 19 . En Argentina ya hay más de cien casos y esperan detener así el contagio masivo de la pandemia.
Fuente: La Nación