Los profesionales detectaron que el pequeño paciente presentaba algo más una gripe fuerte, y fue que se ordenó un análisis de sangre.
Todo comenzó con una fuerte fiebre, que parecía inmanejable. Y el pequeño de solo 4 años comenzó a desmejorar en manera rápida. El martes pasado, se presentó el primer síntoma y en la madrugada del miércoles comenzó el dolor de estómago y la diarrea.
Preocupada por la situación, el mismo martes fue que su madre se trasladó desde su vivienda en Entre Ríos y Güemes, en el pleno centro de la ciudad de Salta al Materno de Tres Cerritos. Frente a esta situación, los profesionales médicos comenzaron con una medicación de base, principalmente para controlar la fiebre. Dipirona e ibuprofeno, y a esperar.
Con el paso de los días, los profesionales detectaron que el pequeño paciente presentaba algo más una gripe fuerte, y fue que se ordenó un análisis de sangre. «Le hicimos un estudio para ver las plaquetas en el laboratorio de esta clínica y el estudio de sangre para el dengue en el Materno Infantil porque la obra social no cubre este estudio, y que su costo es carísimo», contó la madre del pequeño.
«Vivimos días muy feos porque los síntomas de mi hijo eran muy fuertes y no había forma de bajar la fiebre. Nada lo ayudaba», recordó esta madre que, confirmó que por estos momentos ya está pasando la etapa final de la enfermedad.
Luego del pedido de estudios de sangre, los médicos también comenzaron a investigar si la familia había viajado a la zona norte de la provincia, si algún otro familiar presentaba síntomas, si en el jardín de infantes alguien más estaba enfermo. Todo era negativo.
Consultada sobre cuál fue la explicación del pediatra de su hijo, la mujer expresó que en la primera consulta le dijo que era un resfrío fuerte. «Pero lo fiebre no cedía y tenía más síntomas. Por eso lo llevé a la guardia de la clínica», agregó.
En este proceso fue que la mamá encontró a la doctora Xiomara Quinteros. Fue ella quién siguió los pasos de la dolencia de este pequeño. Buscando dar con la dolencia, esta profesional le adelantó que si se presentaba un sarpullido en la zona zona del pecho, estaban ante un caso de dengue.
Este síntoma finalmente se presentó el sábado en la noche. Nuevamente, la mamá del pequeño lo llevó a la clínica, donde se confirmó el diagnóstico que se sospechaba, desde hacía dos días. «Hoy solo resta esperar el resultado del análisis, pero mi hijo ya está mucho mejor. La fiebre cedió, y solo está tomando ibuprofeno».