La ciudad de Shijiazhuang suspendió el metro hasta nuevo aviso para contribuir a la prevención y el control de la epidemia. Los habitantes de Xingtai tienen prohibido salir de sus casas durante una semana.
China reforzó las medidas de restricción en dos ciudades del sur de Beijing, las mismas ya se encontraban en cuarentena, a fin de intentar frenar el brote de coronavirus más grave en seis meses en el país.
Acercándose el Año Nuevo chino, que se celebra en febrero, la ciudad de Shijiazhuang suspendió el metro hasta nuevo aviso para contribuir a la prevención y el control de la epidemia, informaron las autoridades, mientras que los habitantes de Xingtai tienen prohibido salir de sus casas durante una semana.
En la provincia de Hebei, que cuenta con 18 millones de habitantes, en los municipios de Shijiazhuang y Xingtai, ya tenían prohibido salir del área excepto por imperiosa necesidad debido a la aparición de algunos casos en los últimos días.
Es así que las autoridades decidieron cerrar las escuelas, rutas, aeropuerto, trenes y colectivos de larga distancia en estas dos ciudades de Hebei, la provincia que rodea Beijing.
Las autoridades chinas reportaron 33 nuevos casos, 14 de ellos contagios locales en la provincia de Hebei, informó la agencia de noticias Europa Press.
También fueron detectados tres casos locales en la provincia de Liaoning, así como 16 nuevos contagios importados, siete en Shangai, cuatro en la misma Liaoning, dos en Guangdong y uno en Fujian, Jiangsu y Shandong, respectivamente. A estos casos, hay que sumar otros 38 asintomáticos, de los cuales 21 son importados.
China, país en el que se detectó el primer caso de coronavirus en diciembre de 2019, consiguió la pasada primavera (abril a junio) frenar la epidemia. El país contabilizó oficialmente 4.634 muertos, el último de ellos en mayo.
En la última semana, Hebei reportó más de 300 contagios, con lo que el total de contagios acumulados es de 87.000, una cifra extremadamente inferior a las anunciadas por los países occidentales.
Las autoridades chinas afirman desde hace meses que los nuevos contagios son de cepas del extranjero introducidas por viajeros o en alimentos congelados.
Desde el 15 de diciembre, 7,5 millones de personas en todo el país recibieron una dosis, informó la Comisión en una conferencia de prensa. Antes de eso, se habían administrado 1,6 millones de dosis a poblaciones de alto riesgo.
La vacuna que están aplicando es la desarrollada y fabricada por el gigante farmacéutico estatal Sinopharm, que según la compañía tiene una efectividad del 79,34%, de acuerdo con un análisis intermedio de los ensayos clínicos de fase 3.