El macabro hallazgo tuvo lugar el pasado 24 de enero, cuando el conjunto de visitantes que visitaban la zona encontró el cuerpo adherido a un glaciar a unos 5.000 metros de altura y alertó a las autoridades.
Un cadáver congelado fue hallado en el Cerro Mercedario, en Calingasta, provincia de San Juan, por un grupo de personas que hacía una travesía por la zona. El mismo podría pertenecer a una andinista tucumana que desapareció en el lugar hace más de 40 años.
El macabro hallazgo tuvo lugar el pasado 24 de enero, cuando el conjunto de visitantes que visitaban la zona encontró el cuerpo adherido a un glaciar a unos 5.000 metros de altura y alertó a las autoridades.
Tras recibir el aviso, las autoridades pertinentes se acercaron al lugar y fue tarea de los agentes de la Policía y Gendarmería Nacional el romper el hielo para poder sacar el cadáver. En imágenes difundidas por el Diario Huarpe, se puede ver cómo se concretaba el rescate en helicóptero gracias a la coordinación de la Fiscalía, Criminalística y el Grupo Geras.
Según trascendió, el cuerpo llevaba puestos restos de vestimenta de andinista, por lo que los investigadores consideraron que podría tratarse de María Emilia Altamirano, una mujer que visitó la zona durante una expendición en 1981 y no volvieron a saber más de ella.
Además, el hallazgo también fue vinculado a la desaparición del alemán Andreas Colli en 2002, aunque esta hipótesis se descartó ya que los estudios realizados arrojaron que el cadáver le corresponde a una mujer de entre 18 y 30 años.
Cabe mencionar que la autopsia determinó que falleció por politraumatismos y que el cuerpo sufrió el desprendimiento de uno de sus pies, por lo que los expertos analizaron que podría haber muerto mientras intentada ascender por una de las pendientes más difíciles de la montaña.
Quién era la andinista tucumana a la que podría pertenecer el cuerpo
María Emilia Altamirano, a quien llamaban «Patty», era una andinista tucumana que tenía 20 años cuando decidió adentrarse en una travesía junto a su hermana Corina y su novio Sergio Bossini.
En aquel momento, 1981, los tres salieron desde Barreal y se detuvieron en el paraje Hornadillas, para continuar al día siguiente y hacer base al pie de un glaciar de 4.300 metros de altura, según detalló en ese entonces el Club Andino de Tucumán.
El trío comenzó el ascenso el viernes 27 de marzo y por la noche decidieron levantar el campamento para descansar. Fue ahí cuando Altamirano decidió recorrer la zona para hacer un reconocimiento. Sin embargo, «no hizo pie y se deslizó cientos de metros abajo».
Tanto su hermana como su novio bajaron a buscarla, pero no tuvieron éxito debido a la oscuridad. Cuando lograron encontrarla a la mañana siguiente, la joven ya estaba muerta.
Como consecuencia del clima y el terreno, debieron dejar su cuerpo allí y partir en busca de ayuda, pero cuando el 29 de marzo lograron acercarse a un puesto de Gendarmería y contaron lo sucedido, ya era tarde. La fuerza envió a un grupo de profesionales, pero el cadáver había sido sepultado por la nieve.
Desde aquel entonces, el cuerpo de la mujer continúa desaparecido, aunque actualmente la familia se encuentra a la espera de los resultados de ADN de los restos hallados, para ver si logran darle un cierre a la terrible tragedia que aconteció hace más de 40 años.