Las autoridades despliegan miles de tropas mientras continúan los saqueos
El país africano sigue sumido en una ola de violencia. Estos disturbios ya han dejado 72 muertos, según las autoridades.
La refinería South African Petroleum, que suministra más de un tercio del combustible del país, ha cerrado temporalmente su planta de Durban generando preocupación por la posible escasez.
Sudáfrica llegó hoy 15 de julio al sexto día de saqueos y actos violentos que ya se cobraron la vida de 72 personas desde el arresto del expresidente Jacob Zuma. Ahora, la población sudafricana teme que se produzca escasez de artículos de primera necesidad. Por su parte, las autoridades anuncian el despliegue de miles de soldados intentando controlar la situación.
Hay largas filas en las gasolineras y frente a los supermercados que aún no han sido saqueados, especialmente en los alrededores de Johannesburgo y Durban.
La mayor refinería del país también anunció el martes 13 de julio el cierre de su planta en Kwazulu-Natal por fuerza mayor. Esta planta produce y suministra aproximadamente un tercio del combustible del país. Parte de las carreteras están cerradas, lo que interrumpe las entregas en general.
Un comunicado del Ministerio de Salud expresó su preocupación por el robo de existencias de medicamentos y el saqueo de farmacias. También advirtió de las consecuencias de la violencia en el acceso a la atención sanitaria y en el suministro de medicamentos para enfermedades crónicas como la tuberculosis, el VIH y la diabetes.

Por último, algunos mercados de productos frescos están en alerta máxima, mientras que las tiendas y almacenes de alimentos han sido saqueados, especialmente en Durban. También se han quemado supermercados. El grupo Massmart está especialmente afectado en Kwazulu-Natal. Algunas de sus tiendas han decidido cerrar temporalmente sus puertas.
Las autoridades aseguraron que no había escasez de alimentos. El número de soldados desplegados en las zonas de riesgo se ha duplicado hasta alcanzar los 5.000 uniformados y la ministra de Defensa dijo el miércoles que había «presentado una solicitud para el despliegue de unos 25.000» soldados más.
Estos hechos de violencia comenzaron el pasado viernes, al día siguiente de que Jacob Zuma fuera encarcelado por desacato al tribunal, al negarse a declarar en las investigaciones sobre la corrupción durante su presidencia. Pero también son atribuidos a la grave situación económica del país.
La economía sudafricana se encuentra en un estado catastrófico, debilitada por varios años de muy bajo crecimiento, duramente golpeada por la pandemia, los sucesivos confinamientos y una virulenta tercera ola en este mismo momento.
Las fuentes de descontento son numerosas. Además de los escándalos de corrupción asociados a la lucha contra el Covid-19, Sudáfrica ha fracasado en su estrategia de vacunación, al no recibir casi ningún lote del programa COVAX. Solo el 6,5% de la población ha recibido al menos una dosis de la vacuna.
