Ocurrió en Rosario, hablaba por teléfono con su esposo, salió de la casa a buscar una mejor señal para su celular cuando dos delincuentes la abordaron para robarle y le dispararon en la cabeza.
“No, ¡No!”, fueron las últimas palabras que escuchó Ezequiel decir a su mujer del otro lado de la línea del teléfono antes de que un estruendo le dejara retumbando los oídos. Estaba volviendo de un viaje de trabajo manejando su camión, y de golpe el terror lo paralizó.
A kilómetros de ese lugar, en la ciudad de Rosario, su esposa había salido a la vereda de su casa buscando señal con el celular y aparecieron dos delincuentes. Ahora lucha por su vida en la cama de un hospital.
El dramático episodio ocurrió poco antes de las 23. Ana María, la víctima, entendió con solo un vistazo el riesgo que corría y quiso volver a entrar a su casa para evitar que le arrebataran el teléfono, pero no alcanzó a cerrar la puerta.
Los delincuentes le dispararon un tiro en la nuca antes de escapar con el escaso botín que la mujer tenía entre sus manos. Unos minutos después su suegro, que se estaba bañando, salió y la encontró tirada en un charco de su propia sangre. La mujer fue trasladada de urgencia al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde permanece internada conectada a un respirador artificial.
En diálogo con El Tres, Ezequiel reconstruyó el dramático momento que le siguió a la detonación, cuando con las piernas temblando por el miedo de lo que podría haberle pasado a su mujer o a su hijo Aitán de cinco años, frenó el camión en la banquina. Fue su padre después quien le contó que el nene había corrido hasta su habitación y trabado la puerta. “Se escondió debajo de las sábanas. Lo encontraron ahí todo tapadito”, explicó. Ante la impotencia por lo que pasó y el estado delicado de su esposa, Ezequiel expresó que quiere verla y “pedirle perdón que no estaba para defenderla”.
De acuerdo a los medios locales, los investigadores constataron que lo único que faltaba en la casa de la víctima era su teléfono y encontraron un plomo cerca de la puerta principal junto a lo que podría ser una marca de impacto de bala en uno de los azulejos de la cocina.
Los policías dieron aviso al fiscal de Flagrancia en turno, quien ordenó que resguardaran la escena y que buscaran rastros hasta la llegada del personal del Gabinete de Criminalística y de la Agencia de Investigación Criminal (AIC). Por su parte, desde Fiscalía ordenaron una serie de medidas para avanzar en la causa, entre ellas el relevamiento de las cámaras de seguridad de la zona para identificar a los sospechosos.