Se trata de Nilda Rosa González Ojeda (29). El atacante confesó que la había matado tras una pelea por una infidelidad. Tenían cinco hijos.
Un hombre de 37 años fue detenido por un brutal femicidio. Primero fue a denunciar el secuestro extorsivo de su mujer pero terminó quebrándose y confesó que la había matado. La descuartizó: arrojó el torso, la cabeza y la zona de la pelvis dentro de una mochila al costado de la ruta 24 en Moreno.
Los investigadores encontraron el viernes a la noche parte del cuerpo desmembrado de Nilda Rosa González Ojeda (29), madre de cinco hijos, en un campo ubicado en la avenida San Fernando del barrio El Quijote de Francisco Álvarez, en el límite entre los partidos de Moreno y José C. Paz.
Este viernes a la mañana, la pareja de la víctima, Juan Darío Sanabria Báez (37) fue a la Comisaría 4ta de Moreno (Cuartel V) para denunciar que Nilda había salido a las 9 de la casa a hacerse unos estudios médicos a Morón y la habían secuestrado.
Dijo que los captores le escribieron por WhatsApp desde el celular de ella y le pedían 100.000 dólares para liberarla, sino la matarían y venderían sus órganos. Ahí mismo, la Delegación Departamental de Investigaciones de la Policía Federal analizó los celulares de ambos y comprobaron que abrían antena en el mismo lugar sobre la ruta 24, cerca de la zona del hallazgo.
«Cuando le empezaron a preguntar más empezaron las contradicciones, el imputado se puso nervioso y confesó el femicidio», explicaron fuentes judiciales. Y agregan: «Pero no explicó el móvil».
Sanabria Báez cobraba un sueldo mínimo por una obra y tenía un Renault 19 que no funcionaba, eso llamó la atención de los investigadores, dado que le exigían 100.000 dólares. Por su parte, la víctima cobraba varios planes sociales.
Contra las cuerdas
El detenido sostuvo que el jueves a la noche, después de cenar, había discutido con su mujer por una «infidelidad» y la mató a puñaladas con un cuchillo en la misma vivienda donde la pareja convivía con sus hijos, en Azteca al 200, en Moreno.
Allí, se desesperó y comenzó a trabajar para esconder el cuerpo. Primero la descuartizó y la desmembró para luego arrojar la cabeza y el torso en el medio del campo. Mientras que otras partes estaban en un pozo ciego de la casa.
La UFI 3 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez allanó durante este sábado la vivienda para encontrar las extremidades y los órganos de la mujer. En el domicilio había sangre que sospechan que es de la víctima.
Los investigadores de la DDI de Moreno y General Rodríguez con funcionarios de las secretarías municipales de la Mujer y de Seguridad trabajaron en la casa de la víctima para la contención de los menores y la familia.
Este domingo, la fiscal Luisa Pontecorvo le tomará declaración al imputado por el delito de femicidio y homicidio agravado por el vínculo. La pena en expectativa es prisión perpetua.
Fuentes judiciales del caso confirmaron que la autopsia se empezó a practicar este mediodía. Hasta el momento no hay novedades.
Sorpresa en el barrio
«Hayyy como te quiero mi amor estás pero estás muyyy hermosa», le escribió el detenido a su pareja en la foto de perfil de ella hace dos meses atrás. Las muestras de cariño de parte de él eran normales. En el barrio no salen de su asombro por el femicidio, ya que «era una pareja unida, que siempre salían a hacer las compras juntos».
González Ojeda y Sanabria Báez se conocieron en la ciudad de Juan E. O’Leary, en Paraguay, donde eran oriundos. Se habían mudado a la Argentina hace más de diez años y desde 2014 estaban instalados en Moreno.
La casa de la pareja comparte el lote con dos viviendas: la del padre del femicida y la del hermano.
La pareja tenía tres nenes de 14, 11 y 9 años, y dos nenas de 4 y 2 años, según detalla el sitio Moreno Noticias, En sus redes sociales compartían fotos de su familia. «Qué churros y churras estás nuestros peques», comentó el femicida a una foto de sus hijos en el perfil de su esposa hace unas semanas.
«Siempre los vimos juntos, nunca tuvo una discusión con los vecinos. Nos sorprendió totalmente, amanecimos con esta terrible noticia», contaron los vecinos en diálogo con C5N.
Y agregaron: «Todos estamos sorprendidos, nadie puede creer porque nunca lo vimos como un tipo violento, ni los vimos discutir públicamente ni nada».
El padre del acusado, Juan, también habló: «Vivían felices, los dos eran felices, se querían mucho, abrazaditos todo el tiempo. Mi hijo es un tipo bueno, no sé qué se le metió en la cabeza para hacer esto».
Y agregó: «La chica andaba con otra persona, yo hablé con ellos, les dije hay que comportarse en la vida y seguir adelante. Él salió a trabajar y se olvidó la SUBE, volvió y la encontró en la cama con otro».