La Plata: Una joven reveló en su escuela que su padre mantenía cautiva a su madre y a sus hermanos.
La tranquilidad aparente de una familia en el barrio Parque Hermoso de Mar del Plata se rompió, cuando una nena decidió confiar en la directora de su escuela secundaria y denunciar una situación de violencia y cautiverio que sufría junto a su madre y sus hermanos. El relato de la joven expuso una rutina de abusos que se había normalizado dentro de su hogar.
Todo comenzó cuando la estudiante, desesperada por el miedo y la impotencia, se acercó a la directora de la Escuela Secundaria N° 60 y reveló que su padre, un hombre de 33 años, era violento, golpeaba a su madre y mantenía a la familia prácticamente prisionera en su propia casa. La directora actuó rápidamente y dio aviso a la Policía Bonaerense, que llegó al establecimiento para escuchar el testimonio de la joven y tomar cartas en el asunto.
La madre de la chica fue contactada y trasladada junto a sus hijos a la Subcomisaría de Parque Hermoso. Allí, la mujer confirmó los hechos: su pareja la había alejado de su círculo familiar y solo le permitía salir para llevar o recoger a los niños de la escuela. También denunció que el hombre poseía armas en la casa, lo que aumentaba su temor.
Dado el peligro latente, las autoridades decidieron trasladar a la madre y a sus hijos al Hogar de Tránsito Gloria Galé, dependiente del municipio de General Pueyrredón, para su protección inmediata. Un día después, el Juzgado de Familia N° 5 de Mar del Plata ordenó un allanamiento en la vivienda, donde se encontraron dos armas de fuego: una Bersa calibre 380 y una Taurus 9 mm, ambas registradas legalmente.
Pese a la gravedad de la situación, las armas no fueron decomisadas, pero se estableció una restricción de acercamiento para el agresor, impidiéndole cualquier contacto con su pareja e hijos. El Juzgado de Familia continúa interviniendo en el caso, buscando garantizar la seguridad y el bienestar de las víctimas.
El impacto del caso ha generado una profunda preocupación en la comunidad educativa y en las autoridades locales, que destacan el valor de la adolescente al denunciar la situación y la rápida intervención de la directora y la Policía para evitar una tragedia mayor.