El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Rodrigo González Miralpeix, requirió ante el Juzgado de Garantías 4, la elevación a juicio de la causa que tiene como imputado a un hombre de 46 años.
El imputado fue acusado por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo, la guarda y por aprovechar la convivencia preexistente (dos hechos) en perjuicio de una menor de 15 años; abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, la guarda y por aprovechar la convivencia preexistente y abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de realización agravado por el vínculo, la guarda y por aprovechar la convivencia preexistente en perjuicio de otra menor de 13 años; abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización y su reiteración agravado por el vínculo, la guarda y por aprovechar la convivencia preexistente, abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, la guarda y por aprovechar la convivencia preexistente continuado y lesiones leves agravadas por el vínculo y el género, en perjuicio de otra víctima de 18 años y amenazas con arma, todo en concurso real.
Del requerimiento surgió que el acusado, padre de las tres víctimas, perpetró severos ultrajes contra su libertad y dignidad sexual.
Respecto de la víctima que alcanzó los 18 años al momento de la denuncia, surgió que cuando tenía alrededor de 5 o 6 años, el acusado comenzó a someterla a tocamientos mientras su madre no estaba en la vivienda. Los hechos se repitieron hasta que la menor alcanzó los 15 años, cuando la accedió carnalmente.
Además, se acreditó que el 7 de junio de 2020, tras un altercado en la vivienda familiar ubicada en La Ciénaga, el acusado le propinó un golpe de puño en la boca a la damnificada, lo que fue observado por testigos.
Respecto de la menor de 15 años, surgió que existen elementos de convicción suficientes para tener por acreditado que el acusado atentó contra su dignidad sexual desde los 14 años, al someterla a tocamientos. También la amenazó de muerte si contaba sobre los abusos.
En lo concerniente a la menor de 13 años, fue acreditado que el acusado la accedió carnalmente, días antes de que fuera radicada la denuncia en su contra. En su caso, los tocamientos comenzaron cuando la niña tenía 11 años.
La denuncia fue radicada el 20 de junio por la madre de las víctimas, en contra de su marido, con quien lleva casada 20 años y tuvo 9 hijos en común. En su relato, la denunciante sostuvo que toleró agresiones y golpes del imputado durante muchos años para que sus hijos no se quedaran sin padre.
Expresó que ese día, el acusado llegó en estado de ebriedad y se molestó con un yerno, a quien intentó agredir. Allí, tomó un machete, amenazó a la familia e intentó romper la heladera. Al llegar el personal policial al lugar, una de las hijas sostuvo que ya no deseaba vivir con el denunciado y relató los abusos que sufrió.
En sus fundamentos, el fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, sostuvo que los hechos descriptos fueron corroborados, fundamentalmente con la declaración de las tres víctimas en la Fiscalía y en circuito cerrado de televisión, donde pudieron contar los aberrantes actos a los que fueron sometidas por su propio padre. Ello resultó coincidente con lo manifestado a su entorno familiar, con un relato sostenido en el tiempo y coherente, lo que avaló la verosimilitud de los sucesos narrados.
Sobre el delito de amenazas con arma, el fiscal lo imputó por atentar contra la tranquilidad y libertad espiritual de su familia, a quienes amedrentó con un machete que luego fue secuestrado. Al hecho lo confirmaron testimonios familiares y de vecinos.