Opositores protestaron contra el presidente Jair Bolsonaro. Las manifestaciones se producen casi una semana después de las masivas marchas a favor del mandatario.
En Río de Janeiro, Belo Horizonte y San Pablo, cientos de personas protestaron en contra el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Las protesas fueron convocadas por movimientos de derecha Movimento Brasil Livre (MBL) y Vem Pra Rua (VPR), y en las que también participaron algunos diputados y líderes de izquierda, días después de masivas movilizaciones en apoyo al mandatario.
Tras los actos a favor del Gobierno de Bolsonaro ocurridos el pasado martes, los organizadores esperaban un gran número de asistentes, pero sin el apoyo de entidades como el Partido de los Trabajadores (PT), del expresidente Lula da Silva, o la Central Única de Trabajadores (CUT), la convocatoria no logró ser masiva.
En Rio de Janeiro se congregaron unos centenas de personas en la playa de Copacabana, entre las que desfilaron remeras blancas en señal de neutralidad política, banderas de Brasil identificadas con la derecha, colores LGBT y camisetas de Lula 2022, con la consigna Fuera Bolsonaro.
En San Pablo, cientos de manifestantes vestidos de blanco se reunieron en la céntrica Avenida Paulista, donde el martes pasado el presidente había congregado a unos 125.000 simpatizantes. «Aquí no estamos a favor de Lula ni de Bolsonaro, estoy espantada con la cantidad de gente que salió a apoyar a un presidente que no ha hecho nada por el país, que solo trajo conflictos«, afirmó Ivete Ramalho, ingeniera civil de 64 años.
En los últimos tres meses, las manifestaciones contra Bolsonaro fueron convocadas por los principales grupos de izquierda, entre ellos el PT y la CUT. Faltando casi un año de los comicios presidenciales, Bolsonaro y Lula reúnen la mayor intención de voto en las encuestas, que muestran una ventaja para el exlíder sindical en una eventual segunda vuelta.
En tanto, Bolsonaro, asediado por investigaciones judiciales, inflación, desempleo y una caótica gestión de la pandemia de coronavirus que erosionó su popularidad, redobló el martes pasado sus ataques a las instituciones, en particular contra el poder judicial. Días después retrocedió en sus amenazas y aseguró que sus recientes declaraciones contra la Corte Suprema fueron pronunciadas «en el calor del momento».