En la causa están imputados José Nieva (23), por el delito de homicidio doblemente calificado por la relación de pareja preexistente y por mediar violencia de género; Pablo Maximiliano Nieva (27), por participación necesaria, y su pareja, Ruth Alejandra Loayza (29), por participación secundaria en el mismo delito.
En la segunda jornada de juicio por el femicidio de Gimena Sofía Bernasar, cometido el 22 de junio de 2019 en un inquilinato de barrio Leopoldo Lugones de la ciudad de Salta, declararon su hermano y una amiga suya, quienes dieron contaron que la joven se sentía mal emocionalmente y tenía problemas en la relación con su pareja José Humberto Nieva, imputado como autor del crimen. La amiga dijo que la víctima naturalizaba la violencia.
En la causa están imputados José Nieva (23), por el delito de homicidio doblemente calificado por la relación de pareja preexistente y por mediar violencia de género; Pablo Maximiliano Nieva (27), por participación necesaria, y su pareja, Ruth Alejandra Loayza (29), por participación secundaria en el mismo delito.
Ayer Ana Sofía Roldán, que conoció a Bernasar en 2018 en un cumpleaños y se hicieron amigas, contó que la joven «tenía bastante naturalizada la violencia», cuando le contaba que tenía discusiones con Nieva y le decía «nos hicimos cagar».
Ante la consulta de la fiscala Mónica Poma, la testiga dijo que nunca le vio moretones a su amiga. Sin embargo, indicó que veía que ella era la que siempre insistía en la relación con Nieva y contó que el último fin de semana la vio mal debido a que estaba afectada tras la pérdida de un embarazo.
El hermano de la víctima, Tobías Fidel Bernasar, señaló que conocía que la relación entre Gimena y Nieva era «tóxica», y dijo que una vez le vio moretones. También contó que su hermana venía «mal, bajoneada».
Tobías contó que después del fallecimiento de su hermana fue a ver a Nieva y éste le juró que él «no fue», que «no sería capaz» de quitarle la vida. También recordó que mientras se investigaba el femicidio, su mamá recibió una amenaza en su casa: le enviaron un papel con marihuana y una bala.
El joven Moisés González, que llevó a Gimena hasta el inquilinato la mañana del 22 de junio poco antes del momento en que se desató el hecho de violencia que terminó con su muerte, refirió que la conoció a través de sus amigos y que esa noche la joven llegó a su casa como a las 2 de la madrugada, en el barrio Universitario, con unos conocidos suyos, y se fueron a un bar. Tras beber unas cervezas fueron al barrio El Huayco, a la casa de una amiga de Gimena. Tomaron un par de botellas más y decidieron volver a la casa de González.
El testigo, que aseguró que no consumieron estupefacientes, contó que ya en la mañana del sábado Gimena dijo que quería irse y la llevó en su auto hasta el inquilinato en el barrio Leopoldo Lugones. Fueron con una amiga de la víctima. Cuando llegaron Gimena le pidió que se quedaran un rato en el auto, porque en la puerta estaba su pareja en una moto, con otro hombre. La joven explicó que prefería esperar a que él se marchara y además dijo que dentro de una Kangoo roja que estaba cerca estaba la dueña del inquilinato y que, como era “jodida”, prefería que no la viera entrar a esa hora.
González añadió que cuando Nieva arrancó la moto, Gimena le pidió que lo siguiera porque tenía que pedirle la llave. Lo alcanzaron, Gimena y su amiga bajaron, le pidieron la llave y volvieron a subir. Luego volvieron al inquilinato y Gimena bajó. González no pudo recordar qué le dijo la amiga de la joven, pero entendió que debían esperarla. No obstante, al cabo de veinte minutos, su acompañante bajó a golpear la puerta y, como Gimena no atendía, decidieron irse. Dijo que al principio, a Gimena se la veía normal pero después, cuando amaneció, la notó triste, como “amargada”.
También brindó testimonio el exempleador de José Nieva y de su primo, Pablo Nieva, Nicolás Marcelo Rousselle. Dijo que ambos trabajaron con él alrededor de tres años en un camión de reparto y los describió como personas tranquilas.
Y declaró la psicóloga del Poder Judicial María Pastor. Dijo que hizo tres entrevistas a Nieva. En ese momento, en 2019, se encontraba en libertad y eso le llamó la atención ya que el detenido era Pablo Pardo, que luego fue desvinculado de la causa. En su informe detalló que José Nieva es una persona con poca tolerancia a la frustración y poco control de sus impulsos, además notó contradicciones en su discurso, pero no percibió rasgos de mendacidad.
La psicóloga relató que Nieva le contó que la noche previa a la muerte de Gimena ambos habían discutido y que él había dado por terminada la relación. Sostuvo que el día de su muerte, ella había llegado temprano en un auto con tres hombres y dos mujeres, minutos antes de que él saliera a trabajar. Después, cuando volvió, la encontró sin vida, ahorcada, y le pidió ayuda a un tío suyo que vivía a la vuelta del inquilinato. Además le contó que ambos consumían sustancias estupefacientes, pero aclaró que él solo lo hacía los fines de semana.
La psicóloga también dijo que Nieva le contó del embarazo de 5 meses que había perdido Gimena y que se mostró afectado. Indicó que en las relaciones de pareja Nieva «se impone» y que pueden ser disfuncionales. Dijo que si no se hacía lo que él quería podía salirse de la norma, del control de los impulsos, y eso podía implicar violencia. Sostuvo que él reacciona y después reflexiona.
Además declaró el policía Héctor Rodríguez, que analizó los chats de whatsapp del teléfono de Gimena y otros contenidos del teléfono. En esos mensajes se vio que Nieva trataba verbalmente mal a la víctima, la denostaba, le pedía que se fuera del alquiler y la amenazaba con hacerla pasar verguenza si no se iba hasta antes de que él llegara. Señaló que en principio había 124 contactos y luego detectó que faltaban 15, entre los que se encontraba el de Nieva, y consideró que podrían haber sido borrados por alguien que tenía la contraseña de la cuenta de gmail de la víctima.
El juicio unipersonal está a cargoi del juez Pablo Farah. Se desarrollará hasta el 17 de septiembre.
El 22 de junio de 2019, el cuerpo de Bernasar fue encontrado en una habitación de su domicilio, en el barrio Lugones. Según la requisitoria fiscal de elevación a juicio, José Nieva, pareja de la víctima, se presentó en el inmueble y, tras discutir con ella, la agredió físicamente y le quitó la vida.
En un primer momento, el imputado dijo haber encontrado el cuerpo de la joven con un cinto alrededor del cuello. La acusación sostiene que Nieva montó una escena para hacer creer que su pareja se había suicidado.