Según un informe difundido por la UIA, la producción industrial acumuló en 2020 una caída del 6,3% respecto de 2019, aunque terminó en diciembre con una recuperación interanual del 4,8%.
El estudio de la entidad indica que durante diciembre la actividad manufacturera registró un crecimiento del 2,7% con respecto de noviembre en la medición desestacionalizada.
Este mismo sondeo, indica que la actividad manufacturera acumuló en los últimos tres años una retracción cercana al 15%.
«Así, continuó la tendencia positiva de noviembre y se encontró por encima de los niveles pre-pandemia (febrero 2020) un 1,1%», consideró la Unión Industrial.
Agregó que a pesar de esta recuperación, finalizó el año 2020 con una caída acumulada, de 6,3%, similar a la de 2019, menor que la esperada.
El Centro de Estudios de la UIA precisó que la contracción de 2020 «se trató de la tercera caída anual consecutiva y en los últimos tres años la baja de la producción industrial acumulada fue de 14,8%».
Con respecto a 2015, el resultado negativo ascendió a 18,5%, quedando muy por debajo del máximo alcanzado en 2011 del 22,8%, agregó el relevamiento.
El año 2020 se caracterizó por la fuerte contracción durante el primer semestre (13,6% interanual) producto de las estrictas medidas de aislamiento para hacer frente a la dimensión sanitaria de la pandemia.
Pero luego, durante el segundo semestre del año se observó una estabilización (0,5% interanual), la cual se enmarca en un contexto de recomposición de stocks y de recuperación focalizada en algunos sectores con mejores perspectivas a partir de cambios en patrones de consumo (de servicios a bienes durables), planes de financiamiento a la demanda y la elevada brecha cambiaria, que indujo una aceleración en los procesos de compra de insumos y acumulación de stocks, fue una de las conclusiones que destacó el informe.
El estudio también sostiene que la demanda continúa aún en niveles muy reducidos y el consumo privado acumulado lleva tres trimestres 2020 de caídas con el 14,6% interanual.
«De este modo, aún con esta mejora el año cierra con la mayoría de los sectores a la baja», remarcó el relevamiento de la cámara empresarial. Existen unas pocas ramas que a pesar de la fuerte contracción de la economía lograron marcar incrementos interanuales a lo largo de 2020. Pudiéndose mencionar el caso de substancias y productos químicos (+6,1%), cuya suba se asocia a nuevos patrones de consumo vinculados a productos de limpieza, así como la mayor demanda de productos agroquímicos.
Por su parte, las ventas del mercado farmacéutico registraron un incremento del 1,4% y los productos del tabaco (4,3%) marcaron un incremento que se explica por la fuerte recomposición de stocks luego del freno de las plantas durante abril.
No obstante, durante los últimos meses se observó una estabilización de la producción en niveles similares a los registrados previo a la pandemia, destacó.
El sector de Alimentos y bebidas (retrocedió 0,2%) cerrando con una leve baja, aunque con comportamientos dispares: mientras se registraron incrementos de vinos, chocolates, lácteos para exportación, arroz, bebidas espirituosas y carnes; otros productos masivos como las infusiones (té, café y yerba mate), gaseosas y panificados se vieron afectados por la caída de la demanda así como por restricciones por los precios máximos.
Sin embargo, excluyendo los aceites que se vieron afectados por los conflictos sindicales ocurridos en diciembre, el sector hubiera registrado una suba del 1,5% en el acumulado del año.