El gobernador Gustavo Sáenz destacó la constante presencia de la ministra de Seguridad en la provincia y el apoyo constante desde Nación para trabajar en ese lugar.
El acto de ayer en Aguas Blancas para la inauguración de dependencias de Migraciones y la posterior visita de Patricia Bullrich al Puesto 28 de Gendarmería Nacional, sobre la ruta 50, dejó la percepción de una «decisión política» adoptada sin vacilaciones para ese sector fronterizo con Bolivia.
Fue el propio gobernador Gustavo Sáenz quien destacó la constante presencia de la ministra de Seguridad en la provincia y el apoyo constante desde Nación para trabajar en ese lugar. «Nuevamente agradezco al Gobierno nacional que lejos de quedarse en discursos, vino a Salta, pisó nuestro suelo y vio nuestra realidad, porque cuando un gobierno escucha y actúa, la diferencia se nota. Quiero decirles, y esto lo digo porque nobleza obliga a hacerlo, que debe ser la primera vez en la historia que una ministra de Seguridad haya venido tantas veces a esta frontera caliente, que tanto los salteños pedíamos que los gobiernos nacionales nos acompañen y nos ayuden. Gracias, ministra, en nombre de todos los salteños, pero sobre todo en nombre de los argentinos por su lucha sin descanso y su esfuerzo y su compromiso», expresó.
Bullrich insistió en que Aguas Blancas seguirá siendo un espacio de comercio, «pero un comercio ordenado y con los controles necesarios para que no pasen como hemos notado que lo hacen», en referencia a las cientos de personas que a diario cruzan de uno y otro lado de la frontera.
Bullrich recordó que desde que comenzó a implementarse el Plan Güemes, hace aproximadamente un mes, se detectaron 500 kilogramos de cocaína en ese sector.
«El Plan Güemes es mucho más que un plan de seguridad nacional. Es un compromiso firme con la vida, el presente y el futuro de nuestro pueblo, con Salta y con Argentina. Hoy inauguramos un sitio seguro para víctimas de trata, acá en Aguas Blancas y quiero agradecer al Presidente y a Patricia Bullrich, por su compromiso en el trabajo conjunto por una frontera segura, sin lugar para los delincuentes», insistió Sáenz.
Por su parte, la directora de Seguridad de Frontera, Virginia Cornejo, desde Aguas Blancas explicó que «quienes circulan todos los días por aquí van a ver orden. No es un castigo. Apostar al orden es apostar al crecimiento. Esta es una ciudad en la que no les interesó mantenerla ordenada. El que no está en nada ilícito no tiene por qué preocuparse».
Luego, la exdiputada nacional, agregó: «La ministra Bullrich visita el Puesto 28, por donde pasan cosas ilícitamente. Se colocó un nuevo scanner, una playa de estacionamiento, iluminación. Los cambios que estamos haciendo se notan. La gestión anterior entregó nuestras fronteras y las estamos recuperando. Eso no va a suceder más. Esto se termina aquí. La presencia de las cuatro fuerzas federales habla de que el control vino a quedarse», afirmó la funcionaria.
La molestia de los pobladores
Los pobladores de Aguas Blancas se mostraron molestos con el alambrado que se instalará en la frontera con Bolivia porque, sostienen, no es prioritario.
«Nación no conoce la problemática de la frontera. No conocen las necesidades que pasan en el pueblo. Les pido que piensen en la gente que trabaja, en los comerciantes. Le pido al Gobierno que cree fuentes de trabajo».
Un taxista dijo: «Me parece algo inexplicable. La ministra quiere poner un alambre que no se qué va a impedir. El narcotráfico no pasa por ahí. Tienen que controlar las rutas. Que inviertan en el pueblo, en el centro de salud, en una ambulancia. Que creen fuente de trabajo, antes de cortar el bagayo. No se de qué vamos a vivir. Tengo hijos en la escuela. ¿De qué voy a vivir? No creo que dure mucho esto».
Un comerciante manifestó: «Si el Gobierno dice que es para mejor, hay que respetar. Yo siento que nos encierran. Para nosotros cruzar a Bolivia para comprar algo es natural. Bañarnos en el río. Hoy no puedo hacerlo, hay que pasar por migraciones. Del otro lado aprovechan la costa al máximo, nosotros quedamos encerrados».