Fue entregado este viernes a la policía por la madre, la tía y la prima de un enfermero que se encuentra prófugo de la justicia, informaron fuentes policiales.
El anillo del expresidente Carlos Menem, quien falleció el 14 de febrero pasado a los 90 años, fue entregado este viernes a la policía por la madre, la tía y la prima de un enfermero que se encuentra prófugo de la justicia, informaron fuentes policiales.
La pieza de oro fue acercada esta madrugada al personal de la Comisaría Vecinal 13 C de la Policía de la Ciudad, en el cruce de las calles Echeverría y Washington, en el barrio de Belgrano. Según trascendió, las tres mujeres llegaron ahí preguntando por el domicilio de Zulema Menem para entregarle el anillo que le había sido sustraído al expresidente.
Los voceros de la policía precisaron que una de las mujeres que se acercaron al lugar, la tía del enfermero, reside en el barrio porteño de Villa Soldati con su sobrino de 30 años actualmente prófugo.
La mujer exhibió el anillo y al constatarse que llevaba grabados los nombres de los hijos del expresidente, los efectivos se pusieron en contacto con el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Número 9, a cargo de Martín Peluso. El magistrado ordenó que las mujeres fueran llevadas a la sede de la seccional local para declarar como testigos en la causa caratulada como “averiguación de Ilícito”.
También se dispuso el secuestro y resguardo de la joya, una pieza de oro con una piedra de ónix, sin mucho valor económico, pero sí afectivo para la familia, ya que era una réplica exacta del que le había regalado su padre y que Menem había extraviado.
El robo del anillo
El hurto fue denunciado el 14 de diciembre último, mientras el senador riojano se encontraba internado en el sanatorio Los Arcos, en el barrio porteño de Palermo. El hecho fue alertado por su hija Zulemita y su enfermero personal.
Según los voceros, el día anterior, Zulemita había solicitado a la custodia personal de su padre que fueran a su domicilio, en Belgrano, para que buscaran algunos objetos personales, entre ellos un estuche de anteojos donde el exmandatario guardaba el anillo que solía lucir en el anular de su mano izquierda.
Al día siguiente, un enfermero de Menem, que volvía a trabajar luego de tomarse vacaciones, quiso entregarle los anteojos, pero no los encontró, por lo que se dirigió al departamento, donde descubrió que también faltaba su propio teléfono celular.
En su denuncia, el hombre precisó que trabajaba como cuidador en el domicilio junto a otros tres enfermeros que habían sido contratados de manera temporal por la empresa Swiss Medical, la obra social prepaga que atendía a Menem.