La tristeza sobrevoló por la facultad de Artes y Ciencias, lugar donde Mercedes pasaba sus días cursando, los rostros caídos de sus familiares, compañeros y docentes acompañaron, junto al silencio el homenaje realizado por la universidad.
El 4 de agosto pasado, Mercedes Kvedaras fue víctima de femicidio y su esposo José «Jota» Figueroa quedó imputado en la causa. Madre de tres hijos y estudiante de inglés en la Universidad Católica, su asesinato causó conmoción en la provincia por lo que en este mes se realizaron diferentes homenajes: uno en el ingreso al barrio privado en la avenida Juan Domingo Perón y otro este miércoles en la facultad de Artes y Ciencias donde excompañeros y docentes plantaron un árbol «para tenerla presente».
La tristeza sobrevoló por la facultad de Artes y Ciencias, lugar donde Mercedes pasaba sus días cursando, los rostros caídos de sus familiares, compañeros y docentes acompañaron, junto al silencio el homenaje realizado por la universidad. El dolor fue unánime.
La docente Jesica Véliz sostuvo que el femicidio de Mercedes «fue un golpe muy duro para sus compañeros y para los docentes» y dijo que la razón del homenaje es porque «necesitábamos un espacio para ella».
La describieron como una persona «muy amada»
«Mercedes era una persona muy amada por todos. Lo que ocurrió, lo que le hicieron fue tremendo para todos. Nos pegó muy duro, fue casi imposible volver a clases».
Jesica no solo fue su profesora, sino que además compartió materias con la víctima. «La conocí hace muchos años, iniciamos juntas primero como compañera y luego yo como docente porque ella dejó por un tiempo la carrera».
La docente describió cómo era Mercedes: «Era una persona muy dulce, animaba a las compañeras a seguir». Y pese a la tristeza de no poder volver a verla, comentó que está «feliz con la decisión de plantar el árbol, fue un golpe muy duro para todos por lo que le hicieron. Necesitábamos un espacio para ella. Hoy aquí nos acompaña su familia, están sus hijos».