Miles de personas protestaron en Londres contra el bloqueo impuesto por las autoridades para contener la pandemia de coronavirus, como consecuencia que un grupo de 60 legisladores enviara una carta al Gobierno en la que pide un alivio de las restricciones.
Seis personas fueron detenidas después de que la policía dispersara un grupo de entre 500 y 600 personas reunidas en Hyde Park, donde Piers Corbyn, hermano del exlíder laborista Jeremy Corbyn, hablara a la multitud.
Con pancartas en las que se pedía a los políticos que dejen de destruir las vidas de los niños y otra que mencionaba que el miedo es Westmonsters, no el virus, en un juego de palabras en referencia a Westminster, barrio en el que hallan las oficinas del Gobierno, los manifestantes marcharon hacia Trafalgar Square.
La protesta en la capital se produjo el mismo día en que más de 60 diputados firmaron una carta dirigida a la ministra del Interior, Priti Patel, en la que señalan que criminalizar la protesta «no es aceptable ni legal».
Las regulaciones británicas para prevenir los contagios de coronavirus consideran ilegal reunirse en protestas, por lo que la policía advirtió que las personas que acudieran al centro para las manifestaciones iban a ser dispersadas.
El Ministerio del Interior recordó que la orden de no salir está vigente hasta el 29 de marzo, y una vez que termine, las protestas podrán reanudarse según a las medidas de distanciamiento social acordadas.
El Reino Unido registra hasta el momento un total de 4,2 millones de contagios de coronavirus y más de 126.000 muertos.
Por su parte, el Ministerio de Salud informó que más de 26,8 millones de personas ya recibieron la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus, mientras que más de dos millones ya fueron inoculadas también con la segunda.
Asimismo, el asesor epidemiológico del Gobierno Mike Tildesley alertó sobre el riesgo de que las nuevas variantes del coronavirus puedan poner en riesgo el programa de vacunación en los próximos meses.
Ante este panorama, descartó la posibilidad de una reanudación de los viajes turísticos para este verano boreal.
«Creo que corremos un verdadero riesgo si mucha gente comienza a viajar al extranjero en julio y agosto debido al potencial de traer más de estas nuevas variantes al país», declaró el mismo.
A pesar que las admisiones hospitalarias y las muertes siguen bajando debido al efecto de las vacunas, existe la preocupación de que los casos puedan aumentar rápidamente una vez que se alivien las restricciones.