Dietmar Hopp, el dueño del Hoffenheim alemán, anticipó que una de las empresas que financia se encuentra desarrollando una vacuna contra el COVID-19 para fines de septiembre. Mirá los detalles y la disputa con Trump.
Dietmar Hopp no es el empresario o dirigente más querido en Alemania ni mucho menos. El multimillonario y principal inversor del Hoffenheim fue insultado por los ultras de varias hinchadas de la Bundesliga, entre ellas las del Bayern Munich y el Borussia Dortmund, los equipos más poderosos del país teutón. ¿Los motivos? Entre otras cosas, por querer cambiar la regla «50+1», que regula las licencias de los clubes profesionales para que más del 50% sea de los socios. Pero esas demostraciones de odio podrían apaciguarse por lo que hasta ahora parece un hecho inédito: la vacuna contra el coronavirus.
Según publicó el medio Der Spiegel, el empresario tendría la solución a los efectos del virus durante el otoño europeo, que comienza a fines de septiembre. CureVac, una de las empresas de Hopp, está ultimando los detalles para enfrentar al virus que ha provocado una pandemia mundial.
«Si queremos desarrollar una vacuna efectiva contra el coronavirus, esta persona no sólo debe alcanzar y proteger a las personas, sino también tener más solidaridad con ellas», afirmó Hopp sobre los rumores que indicaban una supuesta oferta de Donald Trump para comprar la compañía farmacéutica.
El problema no quedó en esos dichos del magnate, según afirmó Peter Altmaier, el Ministro Federal de Economía: la vacuna no se vendería a Estados Unidos. «Fue una gran decisión por parte de la gerencia de la compañía. Con su decisión de ofrecer una posible vacuna a todo el mundo, dejó claro cuál sería el sentido frente a tal crisis. Alemania no está a la venta».
“Mucho depende del instituto Paul Ehrlich (Instituto Federal de Vacunas). Primero hay que probarlo en animales y después, en humanos. Eso sí, creo que debería de estar disponible para otoño, momento en el que probablemente llegue una nueva ola de infecciones“, señaló Hopp, acerca del proceso que restaría para que el mundo conozca una vacuna directa contra el COVID-19.
El dueño del Hoffenheim alemán no quiso quedarse con todos los créditos y agradeció el trabajo realizado por los empleados de CureVac: “No me importa lo que podría significar para mí. Lo que verdaderamente me importa es que la empresa obtenga la recompensa por 15 años trabajando en la investigación. También hubo que sufrir algún que otro revés, pero nunca dudé del equipo, seguí financiándolo y eso me llena de alegría“.
Fuente: Olé