Se acerca la hora de la cena y suena el timbre. El delivery trae fufú de plátano, ropa vieja y besitos de coco. Es momento de prender la computadora y unirse a los otros viajeros que, desde sus casas, esperan frente a la pantalla que comience el tour. Es la noche de Cuba.
Los viajes virtuales son una de las respuestas que los emprendedores del sector turístico encontraron para generar algún ingreso y mantenerse cerca de sus clientes durante los largos meses de fronteras cerradas. Con esta modalidad, la agencia de turismo rosarina Kamchatka ya organizó recorridos por 16 destinos del mundo, entre los que están Rusia, Tailandia, Grecia, Turquía, Marruecos, España, México, Italia y Japón.
«Tenemos una cita con nuestros pasajeros todos los domingos por la noche por una plataforma online que nos permite llevarlos de viaje de manera virtual, en una charla distendida, divertida e interactiva en manos de especialistas en el destino. Además, nos metemos en sus casas enviándoles gastronomía típica a domicilio y los aromas y sabores se suman a los videos, imágenes y anécdotas haciendo un combo que nos permite viajar sin salir de casa«, explica a LA NACION Lautaro Diaz, director de Kamchatka, sobre los viajes virtuales, que tienen un costo final de $750.
Según cuenta, el rubro no pasa un buen momento desde hace años y se volvió todavía más complejo luego de la implementación del impuesto PAIS, en diciembre del 2019. «Nos sobrepusimos a todas las adversidades, pero sin duda el contexto de la pandemia no se compara con algo antes visto. Desde su inicio nuestra actividad se redujo casi un 100% y la incertidumbre es grande; tenemos en claro que nuestro rubro será uno de los últimos en reactivarse», apunta.
Para ofrecer el servicio, la agencia se alió con otro sector golpeado: la gastronomía. La empresa rosarina Grupo Aria se hace cargo de los menús y aporta la logística de los envíos. «Nuestros viajeros han tomado nuestra propuesta como el gran plan de domingo por la noche, muchos de ellos lo comparten en familia y aquellos que están solos han encontrado en esta comunidad viajera una verdadera compañía. Casi todos los que han vivido la experiencia la repiten, algunos de ellos viajaron con nosotros todos los domingos«, apunta Díaz.
Si bien está claro que los tours virtuales no pueden reemplazar la experiencia directa, no dejan de ofrecer momentos impactantes. En su recorrido por Egipto, por ejemplo, la agencia porteña Kit Viajes conectó en vivo con un lugareño que, desde su celular, le mostró a los viajeros virtuales las pirámides en tiempo real. Sentados en sus sillones o tomando mate en la mesa del comedor los viajeros, muchos de ellos jubilados, miraban con asombro.
«Cada charla tiene unos 80 o 100 viajeros virtuales y va creciendo«, dice Damián Tiferes, socio de Kit Viajes, que ofrece los viajes de manera gratuita como una manera de mantener a sus clientes interesados mientras dura la parálisis. «Lo más lindo es el feedback de la gente, nos llaman y nos agradecen. Es hermoso sentir que estamos de alguna manera colaborando en esta situación, ayudando a la gente a pasar el momento, soñando con poder volver a viajar«, añade.
«¿Qué hacemos? ¿Nos quedamos durmiendo toda la cuarentena o empezamos a ver el vaso medio lleno?» se planteó Antonella Manes Fratesi cuando irrumpió la pandemia y su empresa tours, Loca suelta en París, se quedó de un día para el otro sin turistas a los que pasear por la ciudad. Entonces Manes Fratesi, que es argentina pero vive desde hace más de cinco años en París, sacó a relucir su diploma de productora audiovisual y mudó sus servicios al terreno de lo virtual.
Junto a su pareja y socio, Iván Conde, comenzaron a ofrecer tours virtuales en vivo por París. Con cámara y micrófono en mano caminaron Montmartre, el Barrio Latino, el centro de la ciudad y realizaron recorridos temáticos por monumentos históricos y lugares que inspiran historias de terror. «Estamos equipados para que quienes se unan puedan sentirse acá y la gente re engancha«, cuenta.
Los tours tienen un valor de 10 euros, pero también ofrece recorridos gratuitos en las redes sociales, donde la cuarentena le hizo multiplicar los seguidores. Han transmitido desde Champs-Elysées, Los Inválidos, un paseo en barco y un picnic en el Sena. Además, Manes Fratesi lanzó un podcast sobre personajes famosos de la historia de Francia, de Coco Chanel a Luis XIV, un canal donde cocinan recetas típicas francés y hasta «mini clases» de francés virtuales con el mismo profesor con el que estudia ella.
«Lo hacemos para la gente que tiene ganas de viajar, que se le canceló el plan a último momento o simplemente que quiere recorrer un poco y no estar bajoneada en su casa. Queremos que hagan cosas que los motiven para que cuando todo pase puedan venir y, si es posible, nos elijan», señala.