Un domingo 2 de julio de 1989 la banda de rock salteña de referencia, bajo el nombre de Rocabola, salió al escenario por primera vez y más de tres décadas después siguen juntos. El 30 de este mes lo festejarán con un recital.
La historia de Perro Ciego es particular. Las modificaciones que se realizaron en poco tiempo pudieron haber disuelto a la banda como a tantas otras que se quedaron en el camino, pero 32 años después el grupo de rock salteño de referencia sigue vigente.
Mauricio Gómez, el primer cantante de la banda, se bajó una semana antes de salir al escenario el 2 de julio de 1989 en la Casa de la Cultura y Marcelo «Salchi» Dique, uno de los integrantes de «Rocabola» lo reemplazó como líder desde entonces. Arriba de las tablas de la calle Caseros 460 salieron -además de su nuevo vocalista-, Martín «Gamba» Aguilera, Pablo «Jopo» Zenteno y Carlos Aguilera. Abajo, sentados en el público estaban Gómez, el ex cantante, y a su lado Carlos «Pelado» Vega, futuro bajista, aunque ya amigo y compañero en el taller de música.
Ese show terminó con «Salchi» ensagrentado en un tema de Pappo y pese al inconveniente, cuando se bajaron del escenario se convencieron que era el camino a seguir.
Los cuatro integrantes de la banda repasaron ese recital y varias anécdotas más en una entrevista realizada por El Tribuno en la Usina Cultural, lugar donde festejarán sus 32 años el próximo 30 de julio.
«No lo había escuchado cantar a Salchi, ni siquiera Cacho Gala, nuestro profesor, lo había mencionado como cantante. Nos enteramos ahí que cantaba y lo hizo bastante bien. De las bandas que había, ellos eran el mejor proyecto y a mi me gustaba como sonaban«, contó el Pelado Vega.
«Teníamos 16 años, éramos compañeros del taller de música, tuvimos mucha ayuda de los profes y teníamos muchos nervios a la hora de salir al escenario», recordó Salchi Dique y «Gamba» Aguilera agregó el episodio del flamante cantante con su dedo totalmente ensangrentado. «Pese a que sangraba seguimos igual, fue terminar con mucha sangre, con mucha polenta».
«No sé si me imaginaba que a esta altura de mi vida íbamos a seguir tocando, para mí es una satisfacción enorme y compartir el gusto que tenemos por la música», aportó «Jopo» Zenteno sobre estos 32 años, más allá del primer show en sí.
Rocabola duró dos años más hasta que Perro Ciego lo reemplazó. En homenaje a su primer nombre a mediados de los 90′ grabaron su primer disco con el nombre de la banda. Desde entonces pasaron otros cinco discos; Letras Rojas, con la incorporación de Federico «Pibe» Acosta en voz y armónica (2003), Peón de Luna (2005), Pelafustán (2010), Ronco (2016) y Noctambúho (en vinilo, 2019).
En el medio, Perro Ciego se consolidó como la banda más referente del norte argentino y salió a la escena en diferentes festivales en el país. Uno muy recordado fue en 2007 cuando los salteños tocaron ante 40 mil personas en Cosquín Rock y otro fue en el Quilmes Rock antes de Los Piojos en el estadio Delmi. Sin embargo los músicos tienen un show propio que jamás olvidarán: el día que presentaron Peón de Luna y llenaron el micro estadio Delmi en 2005. Dos años después sufrieron la pérdida de Federico Acosta, pero no hubo mucho tiempo para replanteos porque dos meses más tarde tocaron con Los Piojos y Los Ratones Paranoicos en Jujuy.
El viernes 30 de este mes van a festejar sus 32 años de trayectoria con un repaso general de los seis discos, aunque con entradas limitadas por los protocolos que deben respetarse en tiempos de pandemia.
Fuente: Julio Nakhle / Diario el Tribuno