El oficialismo obtuvo 131 votos a favor, 117 en contra y hubo seis abstenciones. La sesión duró más de 19 horas.
La Cámara de Diputados aprobó esta mañana en general por 131 votos a favor el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo, mientras que 117 legisladores votaron en contra de la iniciativa y 6 se abstuvieron, tras un extenso debate que se prolongó durante más de 19 horas, mientras manifestantes ‘verdes’ y ‘celestes’ siguieron las alternativas de la sesión durante toda la noche en las inmediaciones del Congreso.
Los cálculos del Gobierno nacional fueron exactos. Es que en la Casa Rosada esperaban contar con 131 votos a favor, lo que finalmente ocurrió. La intención de Alberto Fernández era que el proyecto se apruebe holgadamente para que el oficialismo en el Senado tenga más “muñeca” para negociar con la oposición e indecisos. Sin embargo la empresa asoma compleja, hasta el momento, y según los primeros indicios, en la Cámara de Senadores el oficialismo pierde 36 a 34 y buscan que sea Cristina Kirchner la que defina. En las inmediaciones del Congreso, miles de personas a favor del proyecto festejaron la decisión de la Cámara Baja mientras que la decepción inundó el sector de los “celestes”.
El resultado desató un festejo muy efusivo del grupo de diputadas «sororas» que militaron la ley, y también de las miles de personas, en su mayoría mujeres con tapabocas y pañuelos verdes que acompañaron desde las calles el desarrollo de la sesión. Sobre la avenida Hipólito Yrigoyen, y separados por vallas para evitar enfrentamientos, concentraron los grupos autodenominados «provida», con pañuelos y barbijos celestes.
Pese a que los muchos de los 164 discursos tuvieron un tono vehemente y pasional, no se recreó el clima de confrontación que tuvo el debate en 2018 y predominó un clima de respeto. En el arranque de la sesión, hubo dos intentos de la Coalición Cívica de trabar el debate y postergarlo, a través de mociones que fueron rechazadas.
En primer lugar, la santafesina Lucila Lehmann pidió aplazar el tratamiento hasta después del 6 de enero de 2021, a raíz de la cercanía de las fiestas de fin de año, sensibles a la tradición cristiana; y después el bonaerense Javier Campos reclamó someter la discusión a una consulta popular.
Argumentos a favor y en contra
Como miembro informante del Frente de Todos, Cecilia Moreau fue la encargada de abrir la ronda de discursos y afirmó que iniciar la discusión un 10 de diciembre es una «fecha simbólica» para «conquistar un nuevo derecho». A su entender, el proyecto «viene a ofrecer una respuesta concreta a un problema de salud pública y estructural que existe» en la Argentina.
En representación de la postura de rechazo, la primera en exponer fue la vicepresidenta de la comisión de Salud, Carmen Polledo (PRO), quien insistió en que el embrión ya conforma un organismo vivo y no solamente un conjunto de células. «Nosotros nos la jugamos. No somos tibios. Defendemos lo que queremos. Defendemos la vida. La prueba más contundente no es jurídica, ni científica, ni siquiera ética: es el amor de la madre y el hijo que lleva adentro», afirmó al salir al cruce de la diputada del Frente de Todos Carolina Gaillard, quien había pedido «jugársela» y «no ser tibios» en la defensa de la legalización del aborto.
Un momento de tensión se vivió cuando la santafesina del Frente de Todos Vanesa Massetani apuntó de forma desafiante contra los funcionarios del Gobierno que habían llegado a la Cámara baja para respaldar el proyecto. «Ningún funcionario va a decirme lo que yo voy a hacer, fueron elegidos a dedo, a mí me eligió el pueblo», fustigó, dejando atónitos al resto de los diputados. Sin nombrarlo, cuestionó al ministro González García por definir al embrión como un «fenómeno». «A veces resulta gracioso escuchar a expositores y funcionarios, el esfuerzo dialéctico que tienen que hacer para no llamar a las cosas por su nombre», recriminó.
Un momento emocionante se vivió luego con la intervención de la entrerriana Blanca Osuna (Frente de Todos) desde el sanatorio donde se encuentra internada por un cuadro de coronavirus: fue ovacionada. La diputada del PRO Dina Rezinovsky calentó el debate al acusar al oficialismo de «comprar» votos a favor del aborto legal «con la billetera».
«Con la billetera están comprando diputados oficialistas, me frustra saber que estén dando vuelta diputados», denunció. «Esa marea (verde) de la que hablan es un simple charquito», chicaneó, al cuestionar a los militantes a favor del aborto. Integrante de la comunidad evangélica, Rezinovsky agregó: «Yo no voy a hablar desde la religión, aunque bien podría hacerlo, pero si tanto les molesta Dios, sáquenlo de la Constitución«.
El jefe del bloque de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, también defendió el proyecto al sostener que «es el Estado el que debe proteger el derecho de las mujeres y de los cuerpos gestantes de elegir cuando desear una maternidad, cuando tener hijos, cuando planificar nuestras familias, en definitiva, tomar elecciones responsables». La diputada del Frente de Todos Cristina Álvarez Rodríguez salió al cruce de este argumento y reclamó que el sector celeste «siempre dice que no es el momento». «Siempre encuentran una excusa cuando se trata de ampliar derechos. Hay madres que duelan a sus hijas por abortos clandestinos y necesitan una respuesta. El aborto es una realidad, una cuestión de salud pública, no se resuelve negándolo», reflexionó. En un sentido opuesto, José Luis Gioja (Frente de Todos) consideró que «este derecho a elegir no justifica decidir sobre la vida de los demás». «Por eso, por ser cristiano y por ser peronista insisto en defender las dos vidas y todas las vidas», completó. «Ninguna mujer desea abortar. Algunos la elijen, pero lo hacen condicionadas por su contexto. Lo eligen porque sienten que no hay alternativa. Sienten que es lo inevitable ante un escenario que se les presenta con una desesperanza fulminante, sin proyección de futuro, No les estamos dando otra posibilidad», dijo por su parte Victoria Morales Gorleri (PRO). En tanto, Gabriela Cerruti (Frente de Todos) fue la última oradora del debate y sostuvo que la ley de aborto legal «será un nuevo hito en la larga lucha de las mujeres».
El proyecto
El dictamen de mayoría emitido por un plenario de comisiones estableció que «las mujeres y otras personas con identidades de género con capacidad de gestar» tienen derecho a practicarse un aborto hasta la semana 14 del proceso gestacional.
Los diputados que promovieron el aborto legal introdujeron cambios, para facilitar su sanción en el Senado, en lo referido a la objeción de conciencia de las instituciones sanitarias privadas.
En torno a ello se establece que aquellos centros de salud privados o de la seguridad social que no cuenten con profesionales para realizar la interrupción del embarazo por objeción de conciencia deberán prever y disponer la derivación a un lugar de similares características, donde se realice efectivamente la intervención.
Se incorporó además que, para los casos de menores de 16 años que decidan abortar, se requerirá su consentimiento y se procederá conforme lo dispuesto en el artículo 26 del Código Civil y Comercial, que indica que «la persona menor de edad ejerce sus derechos a través de sus representantes legales».