«Ningún gobierno es sostenible sin mujeres», aseguraron las afganas, frente al régimen talibán constituido únicamente por hombres.
Una manifestación protagonizada por decenas de afganas se realizó ayer jueves 2 de septiembre en la capital cosmopolita del oeste de Afganistán, Herat, para reclamar por el derecho a trabajar bajo el nuevo régimen establecido por el movimiento talibán.
A partir que los insurgentes tomaron el control Kabul el pasado 15 de agosto, las mujeres se mostraron disconformes por el régimen constituido únicamente por hombres. Frente a ello, la protesta de esta jornada se desarrolló mientras los islamistas, que prometieron una gestión más flexible que la impuesta durante su anterior administración, intentan conformar su Gobierno.
Una de las organizadoras de la protesta citada por la agencia de noticias AFP, Basira Taheri, reveló que “hay conversaciones para formar un Gobierno, pero (los talibanes) no hablan de la participación de mujeres». «Queremos que los talibanes acepten hablar con nosotras», sentenció.
Durante la marcha, las activistas, estudiantes universitarias y funcionarias que participaron sostuvieron carteles en donde se leía que «ningún gobierno es sostenible sin mujeres». «Es nuestro deber tener educación, trabajo y seguridad. No tenemos miedo, estamos unidas», exclamaron las manifestantes.
Este tipo de manifestación resulta inédito para el régimen talibán, que durante su gestión anterior reprimieron cualquier tipo de oposición.
Los talibanes prometieron que las mujeres no perderán derechos, o por lo menos no retrocederán a la condición en que se encontraban durante su período en el poder entre 1996 y 2001, cuando regía la ley islámica o “sharía” de manera estricta, por lo que las mujeres no podían participar del espacio público.
A pesar de ello, según una fuente talibán, podría no haber mujeres a cargo de ministerios o en puestos de responsabilidad en el Gobierno.
La directora ejecutiva de ONU Mujeres, Pramila Patten, advirtió de que la incorporación de mujeres en la futura administración será una prueba de fuego para corroborar el compromiso de los talibanes con los derechos humanos. Por su parte, la comunidad internacional ya solicitó que se respeten los derechos de todos los sexos.