Ellos formaron parte de la peregrinación más larga del Milagro y contó con la participación de más de 19 mil personas.
Emocionados, y con un clavel en la mano, cada uno de los peregrinos que llegó esta tarde a la Catedral, desde la Puna, pudo expresar todo lo que llevaban en su corazón y en el alma.
La columna emprendió el ingreso por calle España, liderada por monseñor Dante Bernacki, que junto a un grupo de efectivos de la comisaría de San Antonio de los Cobres, miembros del Ejército y trabajadores mineros fueron los primeros en liberar la emoción de la promesa cumplida.
Un año más, los agradecimientos y pedidos llegaron de la mano de estos caminantes, que cargaron hasta la Catedral sus réplicas de las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro y se ubicaron en la escalinatas para ser ellos también parte de la fiesta.
Una vez que fueron presentados, los presentes en la plaza no dudaron en aplaudirlos y esperar el momento del baile de los pequeños que llegaron también son el sonido de las quenas y bombos para entonar las canciones, que los acompañaron a los largo de toda la caminata.
Desde los distintos poblados de la Puna fueron saliendo a lo largo de la semana, los peregrinos y también estuvieron aquellos que se acercaron a brindarles su apoyo y contención.
Fueron muchas las emociones que durante esta jornada. Uno de las tantas fue la de Justina, una mujer que con 60 años llegó caminando desde San Antonio de los Cobres. Su historia fue de agradecimiento. Esta mujer caminó junto a toda su familia, para agradecer que uno de sus hijos, que padeció COVID, logró salir adelante. Incluso esta caminata la hizo de la mano de ese hijo.
Emocionada, Justina ingresó esta tarde a la Catedral, acompañada de su familia, junto a los miles de peregrinos que llegaron desde la Puna.
En el caso de los peregrinos que llegaron desde la Quebrada del Toro, El Tribuno se encontró con Luis. Un hombre que se vistió con las plumas del suri y que junto a un grupo de jóvenes lideró el baile en honor al Señor y la Virgen en el ingreso a la Catedral.
«Soy de Campo Quijano pero este año me fui hasta Mina Patito y vengo desde allá junto al resto de los peregrinos», expresó Luis, lleno de emoción cuando ya le faltaban apenas 15 metros para estar frente a las imágenes de los Patronos de Salta.
Así como esta fueron cientos las historias que se repitieron, la forma de ser parte del Milagro, más allá de la procesión que se concretará este jueves a partir de las 15 desde la Plaza 9 de Julio.
Este grupo que llegó desde la Quebrada del Toro estuvo integrado por 350 personas, miembros de 25 agrupaciones que se organizaron para ser parte de la vivencia de los peregrinos.
Entre coplas y oraciones
A los rezos y cánticos, se sumaron los bailes de los caminantes que fueron recibidos con ovación por los cientos de presentes en la plaza. Entre los pedidos de bendición, la copla estuvo presente para rendir honores al Señor y a la Virgen.
«A vos señor yo te adoro,
hoy somos tus peregrinos
de la Quebrada del Toro»...
Y así en medio de los cánticos y el sonido del cuerno, los peregrinos ingresaron a la Catedral, que habilitó dos puntos de salida e ingreso.
Ante la gran presencia de gente, desde la Catedral organizó el ingreso de los peregrinos por el frente, y la retirada de los mismos por el pasillo del Arzobispado, sobre calle Mitre. Aquellos que no eran parte de los grupos de caminantes podían ingresar por el jardín lateral de la Catedral.