Corea del Norte volvió a comunicarse con su vecina del Sur, luego de suspender unilateralmente las comunicaciones en junio de 2020. La fecha elegida para volver a levantar el teléfono es simbólica, ya que se cumplen 68 años de la firma del alto al fuego entre los dos países.
13 meses duró el silencio telefónico y la suspensión de comunicaciones entre Corea del Norte y Corea del Sur, pero ayer martes 27 de julio volvieron a abrirse las líneas entre los dos países.
La reanudación de este diálogo en la península coreana es una buena noticia para las relaciones diplomáticas de las dos Coreas y también para las posibles negociaciones de desnuclearización con Estados Unidos.
El presidente surcoreano, Moon Jae-in, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, intercambiaron desde abril varias cartas antes de dar este paso.
El diálogo se encontraba suspendido a raíz que en ese momento, Kim argumentó que activistas habían enviado propaganda contra su Gobierno desde Corea del Sur y que el Ejecutivo de Moon no había hecho lo suficiente para impedirlo.
Un comunicado del portavoz presidencial surcoreano, Park Soo-hyun, aseguró que tomaron la decisión para «restaurar la confianza mutua entre las dos Coreas lo antes posible y avanzar de nuevo en la relación bilateral».
Por su parte, la agencia estatal norcoreana KCNA reconoció que retomar las llamadas «tendrá efectos positivos en la mejora y el desarrollo de las relaciones Norte-Sur».
Las comunicaciones entre las dos Coreas
La primera llamada que se realizó en más de un año se hizo a las 10 hora local a través de una línea en Panmunjom, en la frontera que separa los dos países, que a falta de acuerdo de paz técnicamente todavía viven en alto al fuego.
Poco después se realizó otra llamada desde la línea que funcionaba en la oficina de enlace intercoreana. Pyongyang destruyó la oficina en plena escalada de tensiones hace un año, pero los cables telefónicos sirvieron para volver a tender puentes entre los dos países.
En la actualidad existen solamente 48 líneas telefónicas que comunican el norte con el sur de la península coreana y que se fueron instalando desde los años setenta.
A pesar de que ahora se retomaran las conversaciones, no está claro qué consecuencias ni qué alcances tendrá, ya que Corea del Sur vivirá nuevas elecciones presidenciales dentro de ocho meses. El liderazgo del país se disputará entre el Partido Democrático, al que pertenece Moon, y el conservador Partido del Poder Popular.
Además, a pesar de que las llamadas puedan representar un cierto acercamiento al diálogo con Estados Unidos, hace poco el régimen de Kim Jong-un aseguró que no valora «ni siquiera la posibilidad de mantener ningún contacto» con Washington.
En febrero de 2019 se celebró una cumbre sobre desnuclearización entre los dos países en Hanói, Vietnam, sin éxito.