El cuerpo aprobó la medida con 93 votos a favor, incluido el de la Argentina, 24 en contra y 58 abstenciones.
«Los criminales de guerra no tienen cabida en los órganos de la ONU destinados a proteger los derechos humanos. Agradecido a los Estados miembros que apoyaron la resolución y eligieron estar del lado correcto de la historia», celebró el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró ayer que la exclusión de Rusia sería inconcebible al sostener que el trabajo de ese organismo no será efectivo sin la presencia rusa.
El Consejo de Derecho Humanos, tiene sede en Ginebra y está presidido por la Argentina. En los 16 años de existencia solo se registró un antecedente de una suspensión: Libia, como respuesta a la represión de las protestas de 2011 que realizó el entonces líder del país, Muammar Kaddafi
En el caso ruso, Estados Unidos y sus aliados argumentaron que Moscú no puede seguir participando en ese Consejo cuando está subvirtiendo todos los principios básicos de la ONU con su invasión de Ucrania y cometiendo supuestas atrocidades contra la población civil.
Para suspender a Rusia se requería una mayoría de dos tercios en la Asamblea General, una cifra que se alcanzó, aunque el texto obtuvo menos apoyo que las anteriores resoluciones críticas con el Kremlin votadas desde el inicio de la guerra.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, había anunciado que promovería la exclusión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos.
Por su parte, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, precisó que la solicitud de Estados Unidos de excluir a Rusia fue presentada a petición del presidente Joe Biden.
Esa declaración se produjo luego del pasado fin de semana en que las autoridades ucranianas y los medios de comunicación internacionales difundieran imágenes en las que aparecen cadáveres de civiles en las calles de la ciudad de Bucha.
Esta localidad estuvo bajo el control de las tropas rusas, hasta que la abandonaron el 30 de marzo pasado. El Kremlin negó las acusaciones de una matanza a la que calificó como una provocación escenificada en medio de las negociaciones de paz.