«Iniciamos un camino común por la lucha de la libertad para recuperar la Argentina», planteó desde su cuenta de Twitter, y agregó: «Ustedes y nosotros. Juntos».
El diputado libertario José Luis Espert oficializó hoy su ingreso a Juntos por el Cambio. Lo hizo a través de sus redes sociales, donde publicó un breve mensaje, y eligió dos fotos particulares: una con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y otra con la titular del PRO en uso de licencia Patricia Bullrich.
«Iniciamos un camino común por la lucha de la libertad para recuperar la Argentina«, planteó desde su cuenta de Twitter, y agregó: «Ustedes y nosotros. Juntos». El economista fundador de Avanza Libertad conoce la interna del PRO y sabe que ambos referentes son precandidatos por el espacio y libran un batalla encarnizada por representar a la fuerza. Aún sin definición del expresidente Mauricio Macri, quien envía guiños a Bullrich, pero de forma solapada, Espert prefirió no abonar a la tensión interna.
A su turno, el jefe de Gobierno porteño, el más beneficiado con el ingreso, hizo públicas sus felicitaciones y le dio la bienvenida al libertario al espacio. “El cambio total y definitivo que los argentinos necesitamos para dejar atrás al kirchnerismo enfrenta a Juntos por el Cambio a dos desafíos: que estemos más unidos que nunca y que al mismo tiempo nos ampliemos sumando nuevas ideas y gente de bien”, precisó Rodríguez Larreta.
En sintonía, agregó: “Bienvenido José Luis Espert, un economista prestigioso con una profunda vocación de cambio, defensor de la democracia y de las ideas de la libertad. A partir del 10 de diciembre, vamos a empezar juntos a hacer el cambio de nuestras vidas”.
Al momento, la titular del PRO, quien supo resistir el ingreso de Espert, también con aspiraciones presidenciales que le disputan el perfil, no se expedido al respecto. Larreta, a su parte, avanza firme en su cometido de ampliar la coalición opositora, con un único límite: Javier Milei.
Otro de los nombres que resuenan para sumarse a Juntos por el Cambio es el del gobernador peronista Juan Schiaretti, rechazado por un gran porcentaje de la fuerza y respaldado por el resto de los partidos de la coalición, pero que ha operado como parteaguas en el PRO y ha profundizado las diferencias entre Larreta y Bullrich.