El hospital Juan Domingo Perón carece de los especialistas indispensables para poder trabajar, siendo este un centro de referencia para todas las localidades de San Martín y Rivadavia.
Visiblemente molesto, el médico ginecólogo de planta de ese hospital, Marcelo Vidal, quien es el jefe del departamento de tocoginecología, dijo en una entrevista al diario El Tribuno, que están «hartos de cortar clavos. Esto es peligroso para toda la comunidad de San Martín. No podemos trabajar sin medios ni profesionales, porque los pacientes se nos van a empezar a morir».
A Vidal, como a varios profesionales de planta, le tocó prestar servicios el fin de semana pasado y cubrir la guardia de su especialidad. Luego relató lo que tuvo que hacer para salvar la vida de un bebé y de su madre, que ingresaron por guardia y en estado de extremo cuidado.
«Hoy (por ayer), que terminé de hacer la guardia del fin de semana, en la que los enfermeros y yo rezábamos para que no viniera algún accidentando, algún herido con arma blanca o con arma de fuego, que no llegue de urgencia otra mamá embarazada, siento que tengo un nivel de estrés, de nerviosismo, de temor, que no nos merecemos los médicos de este hospital», inició su relato.
«Los enfermeros tienen miedo. Los pacientes que llegan y saben que no hay anestesistas y tienen que ser operados de urgencia también tienen miedo y yo, como médico, tengo el mismo temor que ellos porque sé que por más esfuerzos que haga, por más experiencia que tenga, los pacientes se nos pueden morir», agregó visiblemente ofuscado y nervioso.
«Esto va más allá de lo que el gerente del hospital (Santiago José Payo, designando dos meses atrás) pueda hacer. Me atrevo a decir que el ministro de Salud de la Provincia, el doctor Juan José Esteban, no tiene los huevos para resolver este tema», expresó el profesional, uno de los más reconocidos siempre por los pacientes que recurren al hospital, porque conocen su compromiso y profesionalismo.
El médico continuó con el relato de los hechos y dijo que «el viernes nos enteramos que (el único anestesista del hospital Perón, que se jubiló el pasado 15 de junio, pero que seguía prestando servicios como contratado) el doctor José Fernández, estaba con problemas de salud y con carpeta médica, y que el hospital se había quedado sin anestesista».
«Yo, como jefe del servicio de Tocoginecología, hablé con el gerente José Payo y me respondió que ya se iba a solucionar. El sábado a la mañana, y ante la insistencia de los médicos de guardia, que me preguntaban cómo íbamos a hacer para trabajar sin anestesistas en la maternidad, me comuniqué con el programa Materno Infantil en Salta y me respondieron que eso lo tenía que resolver el gerente», recordó Vidal.
«Les pasé una nota explicando que no teníamos anestesistas y al mediodía me comunicaron que habían hecho una especie de convenio con la Clínica San Antonio, para que derivemos allí las extremas urgencias, pero solamente para obstetricia, quedando afuera toda otra especialidad», dijo indignado.
Vidal recordó que el hospital Perón de Tartagal actúa como hospital derivador, pero no solo porque no tenemos anestesistas, sino que tampoco tenemos un cirujano general. Yo creo que, como en su momento lo dijo el doctor López (el exgerente que dejó el cargo por una dura disputa con el ministro Esteban) al ministro ni al gobernador les importa la gente del departamento San Martín».
“Pero lo que no alcanzo a entender es cómo el ministro de Salud no sacó por lo menos un anestesista de los 7 que tiene Orán y le ordenó venirse a Tartagal, para así evitar la muerte de un niño por nacer, de una madre, de un accidentado o de un herido; no entiendo cuál es el razonamiento de estos funcionarios. Pero lo que sí creo es que la Justicia no puede quedar ajena a toda esta situación, porque estamos hablando del riesgo de vidas humanas”.