Sobre el caso del jubilado de Quilmes que asesinó a un ladrón.
Dos abogados de larga trayectoria en el fuero penal, y en el campo de los derechos humanos, coincidieron en que todo indica que Jorge Adolfo Ríos, el jubilado que mató a Franco Martín Moreyra, no está en situación de alegar que actuó en “legítima defensa”. Se basan en en el video incorporado a la causa y en lo declarado por el colectivero que vio a Moreyra tirado en el piso, a Ríos golpeándolo, con su 9 milímetros en la mano, ante alguien que “ya no significaba un peligro para su vida”.
Uno de los abogados consultados estimó que para calificar el hecho serán fundamentales los peritajes destinados a establecer desde qué distancia efectuó Ríos los dos disparos que hirieron al joven. Sobre todo el que ingresó por la región abdominal y que le provocó la muerte, según se indica en el informe preliminar de los forenses que hicieron la autopsia.
Si el disparo mortal se hizo cuando Moreyra ya estaba en el piso, sin ofrecer resistencia alguna, “el caso tendría que ser calificado como homicidio agravado por alevosía”, opinó uno de los letrados. Remarcaron que en el Código Penal “no se contempla la justicia por mano propia”.