Aduce que en caso contrario podrían producirse defaults masivos en el mundo, según advirtió su presidente.
El sábado pasado, durante una de las reuniones del G20, el presidente del Banco Mundial, David Malpass, durante una videoconferencia, pidió a los países miembros que intenten cooperar para aliviar las deudas de las naciones que enfrentan un gran crecimiento de la pobreza y que tienen una importante fragilidad económica.
Según informó la agencia NA, Malpass pidió no escatimar en recursos para ayudar a los países endeudados asegurando que, si no llega este alivio económico por parte de los miembros del G20, podrían producirse defaults masivos en el mundo y se daría una década perdida, como sucedió con América Latina entre 1980 y 1990.
«La reducción de la deuda y la transparencia permitirán una inversión productiva, clave para lograr una recuperación más temprana, más sólida y más duradera. Tenemos que evitar hacer muy poco ahora y luego sufrir incumplimientos desordenados y reestructuraciones repetidas de la deuda como en la década de 1980«, afirmó el presidente del Banco Mundial.
Es así que, durante las charlas del G20 y también en otras reuniones de estas semanas, muchos líderes del mundo debatieron la idea de en un congelamiento temporal de los pagos de las deudas soberanas bilaterales para los países más vulnerables, analizando también esquemas para las futuras reestructuraciones.