Brasil se ha convertido en el primer país del hemisferio sur en superar las 1,000 muertes con coronavirus.
El ministerio de salud confirmó 1.056 muertes y 19.638 casos. Es probable que los números sean mucho más altos, ya que solo los pacientes en los hospitales están siendo evaluados.
La mayoría de los estados han impuesto medidas de cuarentena, pero el presidente Jair Bolsonaro ha desafiado las restricciones, diciendo que dañan innecesariamente la economía.
Las autoridades dicen que aún no se espera que el brote alcance su punto máximo en unas pocas semanas.
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Existe una creciente preocupación de que el virus pueda descontrolarse, especialmente en áreas más pobres como favelas, vecindarios abarrotados donde es difícil lograr el distanciamiento social y falta el saneamiento básico, informa Katy Watson de la BBC en São Paulo.
También se teme que las comunidades indígenas de Brasil puedan ser devastadas por un brote . Los expertos dicen que son más vulnerables porque tienen menos defensas naturales contra las enfermedades externas.
A principios de esta semana, un adolescente indígena murió en un hospital en el estado norteño de Roraima, convirtiéndose en la primera muerte confirmada oficialmente de una persona indígena.
Alvanei Xirixana, de 15 años, era uno de los más de 20,000 miembros del grupo étnico yanonami, que viven principalmente en grandes reservas indígenas a lo largo de la frontera brasileño-venezolana.
Fuente: BBC.com/news