Esta mañana declararon testigos que conocían a los dos imputados, un policía y una psiquiatra.
En el Salón de Grandes Juicio se reanudó hoy la audiencia de debate por el crimen de Jimena Salas, ocurrido en Vaqueros en 2017.
En la causa, Sergio Horacio Vargas se encuentra acusado como partícipe secundario de homicidio triplemente calificado por ser cometido con alevosía y ensañamiento y por precio o promesa remuneratoria. Por su parte, Nicolás Federico Cajal Gauffín, viudo de la víctima, está acusado por encubrimiento agravado.
Hoy se escuchó la declaración de Demetrio Matías Vilca, un albañil que conoce a Vargas. Durante el desarrollo de la testimonial, el fiscal interviniente solicitó la detención del testigo por contradicciones con otras versiones, lo que fue rechazado por el Tribunal. En ese sentido, la parte acusadora solicitó que, sin perjuicio de lo resuelto, se corra vista al fiscal de turno, ante la posible comisión del delito de falso testimonio.
Luego fue el turno de Raúl Alberto Miranda, que era quien daba trabajo ocasional a Vargas, y de su hijo, César Miranda, que también lo conocía. José Darío Retambay, Paola Leyla Sandoval (quien declaró por videollamada) y Pablo Marcelo Alcoba dijeron conocer a Cajal Gauffin por su labor en la empresa de venta de electrodomésticos.
Finalmente declararon Nicolás Mamaní, personal policial que intervino la causa, y Rocío Soledad Lazarte, que se desempeña como médica psiquiatra del Poder Judicial de Salta. Ella fue quien, junto con otros profesionales, realizaron las pericias psiquiátricas de los dos acusados.
Está previsto que el juicio se extienda hasta el 21 de mayo. Está a cargo de los jueces de la Sala VII, Francisco Mascarello, Federico Diez y Federico Armiñana Dohorman (interino).
Cajal Gauffin y Vargas fueron imputados por el hecho sucedido el 27 de enero de 2017, cuando se encontró el cuerpo sin vida de Jimena Salas en el piso de la cocina comedor de su vivienda, ubicada en la localidad de Vaqueros.