El joven tartagalense de 24 años de edad, desapareció el lunes.
Angustia y desesperación son los sentimientos que embargan a la familia de Franco Cuéllar, el joven tartagalense de 24 años de edad, estudiante de la carrera de ingeniería de la UNSa, quien desapareció misteriosamente el lunes.
Abigail, hermana de Franco Cuéllar, explicó que el joven estudiante desapareció de su casa el lunes 11 al mediodía. «Mi hermano vive en la zona norte de la ciudad de Salta, con una tía. El lunes se despidió de ella diciendo que regresaría en un rato», refirió la joven.
Como su regreso se demoraba mucho más de lo habitual, la tía del joven no dudó y se dirigió a la comisaría a alertar a la policía de que Franco no había regresado a la casa. Pero en la dependencia le comunicaron que debían pasar 12 horas para poder radicar la denuncia sobre el hecho. «Mi tía comenzó a desesperarse, la llamó a mi mamá y ahí comenzamos a buscarlo, pero hasta el momento no tenemos ninguna novedad», dijo Abigail.
«Nadie nos brindó ninguna información hasta el momento, lo único que sabemos es que un remisero, que nos llamó esta mañana (por ayer miércoles), lo vio parado en la vereda, cerca del puente Arenales, mientras circulaba por la calle. Su celular indica una última ubicación en la plaza Ceferino«. Solamente cuentan con estos datos para buscar a Franco.
La mamá de Franco recién pudo viajar a la ciudad de Salta desde Tartagal el martes en horas de la tarde, y con toda valentía participó del rastrillaje que la policía realizó por las márgenes del río Arenales.
Franco tuvo un fin de semana normal. El sábado se comunicó con sus compañeros, el domingo lo pasó en la casa de su tía. Nada extraño. «Nosotros somos seis hermanos y somos muy apegados, tenemos mucha confianza entre nosotros», expresa Abigail, por lo que descartan que haya tomado alguna decisión sin comentarle algo a la familia. Cuando salió de su casa vestía un pantalón beige, remera blanca con letras negras y zapatillas; mide un metro setenta y pesa 67 kg.