Según relevamientos efectuados por consultoras privadas, los precios de los alimentos subieron un 4,6% promedio durante marzo y vuelven a presionar sobre la inflación.
Un estudio de la consultora LCG realizado en 8.000 productos de cinco cadenas de supermercados arrojó ese resultado, echando por la borda el objetivo oficial de contener el costo de vida para frenar la suba de la pobreza. El estudio detectó incrementos aún más fuertes en panificados y cereales.
El índice de inflación de marzo ya tiene un piso del 3,6% y, según las estimaciones privadas, podría llegar al 4%, y será difundido por el INDEC a mediados de abril. Para la consultora Eco Go, los alimentos subieron 4,1% durante marzo. Esta misma consultora estimó que la inflación de ese mes se ubicaría en el 4,2%, muy por encima de las proyecciones oficiales.
Un punto a considerar es que los precios sigan subiendo a buen ritmo a pesar del freno al tipo de cambio impuesto por el Gobierno con sus políticas de fuerte intervención.
El tipo de cambio oficial se venía ajustando a un ritmo del 4% mensual en enero y descendió al 2,5% en marzo. Tampoco se han autorizado ajustes de tarifas, que también presionan sobre el costo de vida.
Para la consultora LCG, los incrementos más fuertes se registraron en panificados y cereales, que subieron 6,6% en el mes; lácteos y huevos, 5,9%; y carnes, que treparon 5,9%.
«La inflación se acelera y generaliza, y se acumulan tres semanas de aceleración simultánea en carnes y también en el índice de precios sin carne», alertó la entidad.
Para Consumidores Libres, que viene siguiendo la misma canasta desde hace dos décadas, un conjunto de 38 alimentos monitoreados indicó un alza promedio del 2,02% solo en la primera quincena de marzo. Los productos de almacén promediaron una suba del 2,24% en esa quincena, mientras las frutas y verduras crecieron 1,52% y las carnes, 2,09%.
Según el INDEC, en febrero, mientras el índice de precios (IPC) se ubicó en 3,6%, el rubro alimentos y bebidas, subió 3,8%.Eso provoca que el impacto mayor del alza de precios recaiga sobre los sectores de menor poder adquisitivo.