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Política

Araque y su abogado cuestionaron el manejo del expediente

Espionaje ilegal: Todo indica que la mayor apuesta de todas es que la causa viaje a Comodoro Py donde, Cambiemos, juega de local.

En el celular del espía Leandro Araque se encontraron pruebas de actividades de inteligencia para todos los gustos. QueCecilia Moreau (la hija de Leopoldo) está negociando el acercamiento de Sergio Massa con Cristina. Que el obispo Jorge Lugones “fue encargado por el Papa Francisco para poner a la iglesia contra el gobierno (de Mauricio Macri)”. Que Horacio Rodríguez Larreta está operando en el gremio de Comercio, de la mano de Alfredo Coto. El 15 de agosto de 2018, que “Camión senior (Hugo Moyano) está gravísimo. Tuvo un ACV. Es cierto que nos sirve más preso”. “Averiguame si CFK viajó a Neuquén; Ramona (Graciela Camaño) conversa con Vidal para armar algo contra Mauricio. Que “hay que terminarle las cosas a Majul de los carteles para antes del programa”. En su presentación de este lunes ante el juez y los fiscales el espía sembró dudas sobre la custodia de su teléfono Samsung 7, con la esperanza de por lo menos complicar el avance de la causa. Para todos los participantes, se trata, obviamente, de una maniobra procesal.

El espía, expolicía de la Ciudad, integrante del grupo de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) conocido como Súper Mario Bros, fue convocado por el juez federal de Lomas de Zamora Juan Pablo Augé y los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide. La acusación que carga no es menor: “haber conformado una organización criminal desde el aparato del estado, en especial desde el Poder Ejecutivo, a partir de la Agencia Federal de Inteligencia, concretando operaciones de espionaje ilegal”.

Araque y su abogado defensor, Fernando Sicilia, buscaron no responder sobre el contenido y cuestionaron el manejo del expediente, en especial cuando estuvo en manos del juez Federico Villena. Pero todo indica que la mayor apuesta de todas es que la causa viaje a Comodoro Py donde, ya se sabe, el aparato político, de inteligencia, judicial y mediático, alineado con Cambiemos, juega de local.

“No tengo ninguna duda de que es una causa armada”, se victimizó Araque, que declaró por Zoom, ante la mirada del juez y los fiscales. Araque transitó una estrategia similar a la desplegada por su amigo, el abogado Facundo Melo, durante la indagatoria que ofreció el viernes pasado.

Araque es una pieza esencial en la investigación de Lomas de Zamora. Su teléfono es el que permitió a los investigadores seguirles los pasos a los integrantes de esa célula de la AFI que funcionaba bajo las órdenes de Diego Dalmau Pereyra primero y de Alan Ruiz después. Entre otras cosas, su teléfono mostró la actividad de la banda de agentes en el grupo de WhatsApp Súper Mario Bros y las conversaciones entre Araque y otros dos de sus compinches cuando rompieron relaciones con Ruiz.

El celular de Araque había sido secuestrado mucho antes de que se empezara a descorrer el velo sobre el espionaje macrista. Se lo sacaron en marzo del año pasado, cuando entró a una casa donde había vivido mientras hacían un allanamiento en una causa que involucraba a su esposa, una subcomisaria de la Policía de la Ciudad. El primer juez de la causa, Federico Villena, se enteró de su existencia y lo reclamó a un juzgado de Comodoro Py.

Araque, en su estrategia de defensa, apuntó a que la cadena de custodia del aparato podría haberse visto alterada. “No tengo otra chance que desconocer ese teléfono y absolutamente todo el material que haya surgido de ahí porque no dejo de tener dudas”, dijo. Durante su descargo, pidió ver el teléfono y que se vuelvan a hacer peritajes sobre el aparato. Sin embargo, no aceptó responder preguntas del juez ni de los fiscales, que esperaban exhibirle la prueba que se fue acumulando en la causa.

Araque se sumó a la AFI en 2016 por recomendación de Jorge Horacio “Turco” Saéz, con quien compartían funciones en la Policía de la Ciudad. Los fiscales Incardona y Eyherabide imputaron a Araque por 18 casos de espionaje, entre los que se cuentan la vigilancia a Cristina Fernández de Kirchner, el camarista Martín Irurzun y presumiblemente el presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, así como a diputados del entonces oficialismo como Emilio Monzó, Nicolás Massot y Waldo Wolff.

Las indagatorias seguirán mañana con Sáez. El miércoles se espera que vuelva a declarar como imputado Emiliano Matta, quien también ingresó a la AFI gracias a los oficios de Sáez. El viernes será el turno de la excoordinadora de Documentación Presidencial Susana Martinengo, que solía recibir a los espías en su despacho de la Casa Rosada y los visitaba en su base de la calle Pilar en el barrio de Mataderos.

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