La ayuda que dará el gobierno nacional también abarca a la asignación por embarazo. Será para las zonas donde rigen las nueva restricciones a la circulación.
El presidente Alberto Fernández anunció hoy un refuerzo extraordinario de $15.000 para los beneficiarios de la Asignación Universal por hijo (AUH), por embarazo (AUE) y la de los monotributistas de las categorías más bajas, a fin de amortiguar el impacto que tendrán las nuevas restricciones que rigen desde este viernes y hasta el 30 de abril.
«Vamos a disponer que cada titular de la Asignación Universal por Hijo, Asignación Universal por Embarazo y asignaciones familiares para monotributistas de las primeras categorías, asignarles $15.000 para estos días en situación de mayores restricciones”, anticipó Fernández, antes de indicar que la titular de la Anses, Fernanda Raverta, brindará detalles en las próximas horas.
El jefe de Estado planteó que en todo el país existen unos 2,7 millones de personas encuadrados en esas categorías, pero alertó que el refuerzo en la asistencia será “solo para quienes estén en las zonas donde estén en marcha las restricciones” a la circulación que buscan contener la segunda ola de contagios de coronavirus.
Explicó que las mayores restricciones que anunció anoche están focalizadas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), pero dijo que confía “que otras provincias que también están teniendo un número de casos, en la medida en que se vayan uniendo a las restricciones, sus pobladores se verán beneficiados con esta medida”.
“No es que tomamos medidas y dejamos a la gente a la intemperie”, enfatizó en declaraciones a Radio 10.
Suspensión de las clases presenciales
Durante el reportaje, el Presidente reconoció además que tuvo diferencias de criterio con su ministro de Educación, Nicolás Trotta, quien no está de acuerdo con la suspensión de clases presenciales.
“Tuve discusiones dentro de mi equipo, porque el ministro de Educación creía que había que insistir más con las clases presenciales; pero las clases presenciales no son solo eso: hay que ir a un colegio primario, estar en el horario de salida, ver cómo las madres se agolpan frente a la puerta y el contagio puede hacerse más fácil, ver cómo los chicos juegan entre sí cambiándose los barbijos… y en todo este tiempo he escuchado a todos”, reflexionó.