22 DE MARZO 2020 – 02:11 Piden más claridad en las normas para producir y mover alimentos sin trabas.
«El impacto económico que tendrá esta pandemia en la economía global es impredecible y el sector agropecuario, sin dudas, será de los más afectados por la alta participación que tiene en las exportaciones de la provincia», señaló el vicepresidente de la Sociedad Rural Salteña, Carlos Segón.
El dirigente agrario aclaró que, pese a todo, el sector debe extremar esfuerzos para programar y planificar la circulación de las personas afectadas a diferentes tareas, para no interferir en la cuarentena que tiene aislada a la sociedad. «Es importante que el gobierno provincial sea claro en las normas, ya que en estos días hubo mucha incertidumbre sobre todo en los municipios, donde no se permitían movimientos de camiones con hacienda para faena, maquinaria agrícola o personal que debía transitar hacia las plantas», advirtió Segón.
«La crisis sanitaria pone a prueba a toda la sociedad», sostuvo el extitular de Federsal y recalcó que «algunos sectores tienen una mayor responsabilidad, como el agropecuario, que tiene la obligación de asegurar el abastecimiento de alimentos». Por esa razón el decreto que declaró el estado de alarma por la crisis ocasionada por el COVID-19, permite que actores afectados a distintas actividades de la cadena del sector (producción, procesamientos, transporte y comercialización) puedan circular sin restricciones para evitar el desabastecimiento alimentario de la población.
Sequía
Sobre la evolución de la sequía en la última semana, Segón precisó que «la irregularidad de las lluvias permite predecir una cosecha de granos por debajo de los rindes promedios en Salta». En este punto, advirtió que distintas áreas agrícolas de la provincia muestran «severas pérdidas en cultivos y lotes que, en el mejor de los casos, llegarán a rindes medios por debajo de los puntos de equilibrio de costos».
«La grave situación climática, en un momento de altísima presión impositiva, con falta de financiamiento a tasas razonables, pone al sector en una situación de riesgo», afirmó.
Segón aclaró que el sector ganadero también está golpeado por las bajas precipitaciones. Ante las dificultades que se presentan para diferir pasturas y hacer reservas de rollos o silos para el período invernal, muchos productores empezaron a tomar medidas como el destete precoz o anticipado. «También se observa en campos más afectados una importante disminución del stock», indicó Segón.
Con respecto a la campaña de vacunación contra la aftosa, que se inició el pasado 16 de marzo, el vice de la Rural opinó que «debería ser prorrogada hasta nuevo aviso». Esto, para favorecer las medidas de aislamiento dispuestas por el gobierno, ya que requiere de movimientos de personal para juntar hacienda, circulación de vacunadores en distintos establecimientos y atención en los entes sanitarios.
Minería, otro pilar duramente efectado
Como todos los sectores productivos y económicos de la provincia, la minería también sintió el golpe de la disminución en la actividad. Empresas asociadas en la Cámara del sector señalaron a El Tribuno que la pandemia de coronavirus resintió la extensa cadena de valor que incluye a proveedores de bienes, insumos y servicios desde antes de la declaración de la emergencia sanitaria.
“Sin dudas, el sector minero y su tejido de proveedores sufrirán los efectos de esta pandemia desde el punto de vista económico, pero confiamos en una rápida recuperación”, señalaron fuentes de la Cámara del sector.
Con su producción de boratos afianzada en los mercados internacionales, Salta tuvo en los últimos años un desarrollo acelerado de la minería del litio y proyectos metalíferos, pese a la incertidumbre económica y la situación cambiaria del país, que llevaron a la multinacional francesa Eramet a poner en espera, desde febrero, un proyecto de litio de 600 millones de dólares en el salar Centenario-Ratones. Aún así, una veintena de proyectos en desarrollo y algunos más en construcción y operación conforman un fuerte pilar del empleo que vive momentos de mucha preocupación e incertidumbre.
Fuente: El Tribuno