La joven pedía que se reanuden las visitas familares en el penal donde está cumpliendo su condena por el crimen de Fernando Pastorizzo.
Nahir Galarza, la joven condenada a prisión perpetua por el crimen de su novio Fernando Pastorizzo en 2017 en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú, decidió levantar la huelga de hambre que mantenía desde hace ocho días en reclamo de que se reanuden las visitas familiares en el penal en el que permanece alojada.
Fuentes del Servicio Penitenciario de Entre Ríos (SPER) informaron hoy que la medida fue levantada ayer al «no obtener respuesta» a su reclamo de reanudar las visitas, las cuales habían sido suspendidas en todas las cárceles del país para evitar el contagio del coronavirus.
El martes 5 a las 10.45 horas decidió «suspender» la huelga ya que «no obtuvo respuesta por parte del juzgado respecto a su pedido y no tenía sentido continuar» la medida, afirmó el SPER en un comunicado.
Además, sostuvieron que la joven permanece con «buen estado de salud» y que era «la única interna» que mantenía la protesta.
En diálogo con Canal 11 de Paraná, Nahir afirmó que inició la huelga de hambre el martes 28 de abril y que le realizaban «controles todos los días de presión, temperatura, peso y glucosa».
«El pedido es por todas las visitas en general, no solo por el lunes», dijo en relación a una solicitud que había formulado para que sea visitada por su padre, que cumplía años ese día.
Por otro lado, indicó que mantiene contacto con su familia «todos los días», y que no cree poder obtener prisión domiciliaria ya que «niegan todo» lo que solicita.
«Veo todo lo que dicen de mí, cada uno piensa lo que quiere en base a lo que ve y lo que saben pero pocas personas saben lo que pasó, es fácil opinar», agregó.
El 27 de abril, el Supremo Tribunal de Justicia de Entre Ríos (Stjer) rechazó un nuevo pedido de arresto domiciliario de Galarza, solicitado por su defensa en el marco de la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus.
Los jueces Miguel Giorgio, Claudia Mizawak y Daniel Carubia tuvieron en cuenta que la directora del penal, Diana Tonetti, detalló que la joven posee «bicicleta fija para realizar actividad física; televisión con cable y un baño con agua caliente».
Además, indicó que se encuentra en el pabellón 13 solamente con otra interna para «preservar su integridad física»; y se le permite «realizar videollamadas con familiares».
En tanto, el reporte médico judicial indicó que la detenida permanece «vigil, lúcida, orientada en tiempo y espacio; con buen estado de aseo personal; normohidratada, sin signos de desnutrición; y con buena entrada de aire».
Fuente: El Tribuno