La gente se agolpó en los bancos y los puntos de pago.
La vuelta de los bancos a la actividad diaria provocó que el microcentro salteño fuera un caos como si la cuarentena no existiera. La gente se agolpó, hizo filas y no hubo mayores controles ni respeto por las distancias mínimas.
Un informe periodístico de DNI Salta mostró un importante y preocupante movimiento en la zona centro de la ciudad de Salta. Principalmente se observaron largas filas para cumplir con el pago de los correspondientes servicios en los Rapipagos habilitados tras argumentar que en sus respectivas zonas no tienen acceso a las mismas. «Hay un claro error de logística», se quejó un usuario.
Idéntica situación ocurrió en las entidades bancarias, que desde hoy abrían sus puertas al público bajo el sistema de turnos. En la mayoría de los casos, sin respetar las distancias previstas.
De la misma manera algunos aprovecharon para realizar compras en los supermercados, y también, a partir de la obligatoriedad del uso de barbijos, para adquirir telas que permitan realizarlos de forma casera. Entre los precios, lo más económico es comprar el metro de tela gruesa, que se comercializa a $100.
Lo cierto es que la gente salió una vez más a las calles poniendo en riesgo no solo su salud sino también la de terceros.
Fuente: Informate Salta