El dólar bolsa alcanzó registros históricos y la brecha con el oficial es del 57%. La emisión de pesos para paliar la crisis y la incertidumbre golpean
Increíblemente en la era del mega cepo cambiario, el dólar volvió a ser la noticia destacada. Claro, ya no por la suba del billete en el carril oficial, sino por la disparada de las cotizaciones «libres» en el mercado bursátil.
El dólar que surge de arbitrar activos como bonos y acciones, conocido como «contado con liquidación» y dólar «MEP» alcanzó valores máximos históricos. El «liqui» cerró en $102 mientras que su versión criolla (o sea el MEP) quedó en $101, alza diaria de más del 7,8%.
Traducido: los inversores convalidaron un tipo de cambio de más de 100 a 1 para dolarizar sus ahorros en pesos. La explicación que se escuchó en el mercado tiene que ver con la expectativa de una fuerte inyección de pesos en la plaza, además de la falta de confianza con las medidas económicas que aplica Martín Guzmán.
Ahora, la brecha entre el valor del dólar oficial y el paralelo alcanza el 56%. Para Nery Persichini, de GMA Capital, este lunes hubo un triple récord del dólar.
-Superó nominalmente los $100.
-Alcanzó el spread más alto desde la salida del cepo anterior en diciembre del 2015.
-Llegó a este nivel más rápido: 226 días desde el 31 de agosto del 2019. Al cepo de CFK le llevó 465 días.
«Sigue la presión en la brecha frente a la expectativa de emisión monetaria para cubrir déficit y el desplome de tasas en pesos frente al aumento en la liquidez», dice Federico Furiase, director de la consultora Eco Go.
La cuestión de la emisión monetaria está más latente que nunca. Teniendo en cuenta que es imposible medir la demanda de dinero, los pesos que se inyectan terminan yendo para las cotizaciones paralelas del dólar en un contexto de incertidumbre general por la economía y la deuda.
«En marzo se encendió la máquina de imprimir dinero como pocas veces en la historia, y la base monetaria aumentó un 33% (cerca de $600.000 millones). Si tomamos los primeros días de abril, ese aumento acumulado ya supera el 40%», dijo Miguel Ángel Boggiano de Carta Financiera.
Para Christian Buteler, asesor financiero independiente, habría que buscar en el derrumbe de las tasas uno de los motivos principales de la suba del dólar libre.
«El desarme de las Leliqs derrumbó la tasa de plazos fijos, hoy con suerte se puede obtener un 20% cuando la inflación será el doble. No es raro que quien tenga pesos se dolarice», advirtió.
«La cantidad de pesos que está dando vueltas es otra presión sobre el tipo de cambio, ya que gran parte de esos pesos muy posiblemente se dolaricen en la Bolsa«, destaca Gustavo Neffa, el director de Research for Traders.
«Nada más en marzo la base monetaria se expandió 33%, un alza interanual del 70, y con la restricción de los u$s200 por mes esos pesos no pueden ir al mercado formal», acota.
Por su parte, para Norberto Sosa de Invertir en Bolsa, una brecha del 30% es la base y no debería molestar demasiado, recordando que con el impuesto PAIS el tipo de cambio libre cuesta un 30% más. «Una brecha tolerable es hasta 50%, que en realidad sería del 20%», acota.
Antes de llegar a ese número, el ex Raymond James analiza distintas variables monetarias y reconoce que suele usar como Norte el tipo de cambio de convertibilidad. «Para mí, es fundamental la relación de pasivos monetarios más Leliq sobre reservas, como benchmark del ‘contado con liqui’», destaca.
A partir de allí, agrega, según el nivel de confianza o de pánico es que el «contado con liqui» puede acercarse más o menos a ese ratio. Por el lado de los pasivos, no duda en pensar que el BCRA acelerará la expansión monetaria, aunque advierte que entre el cepo y la cuarentena la demanda real de dinero sigue elevada.
Pero la incertidumbre de los inversores que pagan lo que sea para dolarizarse podría continuar. Los ahorristas además ponen la lupa en la reestructuración de la deuda local mientras miran de reojo cómo se modifica el mapa mundial de inversiones.
El Banco Central, por su parte, tiene la misión de amortiguar el impacto de esta crisis aplicando fuertes tasas bajas en los préstamos, congelando cuotas y con medidas para que los bancos canalicen parte de su liquidez hacia el sector privado.
En este contexto, Miguel Pesce sabe que lo mejor que le puede pasar es mantener el dólar (oficial) estable. Por eso, si bien por lo bajo el Central va moviendo al dólar lentamente al alza, buscará por todos los medios contener la presión externa y la del mercado financiero para que, como sea, al tipo de cambio se mantenga estable. Al menos, en el corto y mediano plazo.
Pero el dólar libre volverá a ser el termómetro real de los inversores y sus deseos de cubrir sus pesos que están seriamente devaluados. Por ahora, la brecha está más cerca del 60% que del 50% anterior. Y un default de la deuda podría dispararlo aún más.
«A estos precios los inversores no tienen incentivos a vender sus ahorros en moneda extranjera a través del los bancos prefiriendo, a pesar de los riesgos existentes, venderlos vía bolsa a través de la compra y venta de títulos», resume Rava Sociedad de Bolsa.
Fuente: iProfesional.com