Los animales deambulan libremente por las rutas, incluso con marcas que evidencian su propiedad, y aun así nadie interviene.
El colmo de la inacción ante la falta de controles denunciada por vecinos de Campo Quijano quedó evidenciada con otro hecho alarmante ocurrido días atrás. Un colectivo de Saeta, que transportaba escolares a las 7,30 por poco no colisionó con una tropilla de al menos diez caballos en las cercanías del barrio El Sol. Los animales deambulan libremente por las rutas, incluso con marcas que evidencian su propiedad, y aun así nadie interviene.
Ante la gravedad de la situación, la familia de la vecina accidentada el sábado último elevó un reclamo a las autoridades municipales, exigiendo respuestas urgentes para la falta de iluminación y el peligro que representan los animales sueltos. «Queremos hacer llegar nuestra molestia a la Municipalidad de Campo Quijano y al intendente Lino Fernando Yonar. Esta es una zona oscura y peligrosa. Sabemos que tanto la ruta 51 como la ruta 36 son puntos críticos donde los caballos deambulan sin control. Necesitamos que actúen y resuelvan esta situación de una vez por todas», manifestaron.
El hartazgo de los vecinos es evidente. Se preguntan cómo en otras localidades, como El Carril y Chicoana, se pudo solucionar el problema con medidas concretas, mientras que en Campo Quijano siguen expuestos a accidentes fatales. Ante la inacción de autoridades competentes, frente a un problema que pone en riesgo vidas. se preguntan: ¿Cuántos siniestros más deberán ocurrir antes de que se haga algo?.